Campos Elíseos, 24 noviembre 2018. Foto JPQ. Macron cambia de chalecos amarillos y extrema derecha.
En en el terreno político / electoral, las seis semanas de crisis de los chalecos amarillos anuncian un giro espectacular de las intenciones de voto, instalando a la extrema derecha de Marine Le Pen en el podio del primer partido de Francia.
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Ifop / l’Opinion, Sondage élections européennes les Gilets jaunes protestent, le RN fait le plein.
ABC, La extrema derecha, primer partido de Francia según los últimos sondeos.
Ese último sondeo realizado hace unos días por IFOP para el L’Opinion, matutino económico, confirma de manera espectacular las previsiones de otros sondeos, anunciando algo muy parecido a un “terremoto” para las elecciones europeas del próximo mes de mayo.
Según el estudio IFOP / L’Opinion, Agrupación Nacional (AN, ex Frente Nacional, extrema derecha), el partido de Marine Le Pen tiene hoy 24 % de intenciones de voto, convirtiéndose en potencial primer partido de Francia, si las próximas elecciones europeas se celebrasen esta semana.
Hasta hace días, La República En Marcha (LREM, liberal reformista), el partido de Emmanuel Macron, todavía era el primer partido. Según las últimas estimaciones, habría retrocedido varios puntos, contando hoy con un 18 % de intenciones de voto, cotizado como segundo partido nacional, 6 puntos por detrás del partido de Le Pen.
El sondeo IFOP / L’Opinion cotiza a Los Republicanos (LR, derecha tradicional), siempre huérfanos de la retirada de Nicolas Sarkozy, como tercer partido de Francia. Laurent Wauquiez, el nuevo líder de LR, sigue sin conseguir escapar a la “nostalgia” y el liderazgo ausente de Nicolas Sarkozy.
Según IFOP / L’Opinion, el cuarto partido de Francia pudiera ser Francia Insumisa (FI, extrema izquierda), el partido de Jean-Luc Mélenchon, con un 9 % de intenciones de voto, relegando muy atrás a la izquierda socialista y comunista tradicional.
Muy espectacula, la confirmación del hundimiento histórico del socialismo francés. El PS oficial solo tiene hoy un 4,5 % de intenciones de voto, poco menos de 20 puntos menos que la extrema derecha de Le Pen. Una familia socialista disidente, Generación socialista, consigue un magro 3,5 %, liderada por Benoît Hamon, el candidato oficial del PS en las pasadas elecciones presidenciales, protagonista de una histórica catástrofe.
En un terreno intermedio, Europa ecología (EE) tiene un estimulante 8 % de intenciones de voto, nada espectacular, pero altamente simbólico: los ecologistas franceses “pesan” hoy un poco más que las izquierdas tradicionales.
El PCF, por su parte, sigue instalado en su nueva y aparentemente definitiva condición grupuscular, con un exiguo 2,5 % de intenciones de voto, confirmado su hundimiento histórico.
Hay otros partidos / grupúsculos de izquierda y derecha radical. El Nuevo Partido Anticapitalista (NPA, extrema izquierda) tiene 1,5 % de intenciones de voto. Francia de Pie (FdP, grupúsculo de derecha nacionalista) tiene un llamativo 8 % de intenciones de voto.
A seis meses de las próximas elecciones europeas, los sondeos y relaciones de fuerza pueden cambiar mucho, cómo dudarlo. Todos los especialistas insisten en este punto: los sondeos evolucionan cada día; lo importante es la “tendencia”. Y la tendencia parece anunciar un giro a la derecha de la Francia profunda.
El total del voto de izquierdas, seis partidos, de los ecologistas a las extremas izquierdas, apenas tienen un 29 % de intenciones de voto. Al margen de la previsible evolución de las intenciones de voto, la tendencia parece anunciar una catástrofe para las izquierdas francesas, en las próximas elecciones europeas.
Cuatro partidos conservadores, del reformismo liberal de Macron a la extrema derecha de Le Pen, tienen un 61 % de intenciones de voto, que pueden cambiar los próximos meses, sin duda.
Con un 8 o 10 % de electores indecisos o abstencionistas, el paisaje político francés parece estar girando a la derecha de manera espectacular. El partido menos conservador, LREM del presidente Macron, apenas tiene un 18 % de intenciones de voto, mientras que la derecha tradicional, la derecha nacionalista y la extrema derecha llegan a sumar un 43 %.
El hundimiento de las izquierdas y el crecimiento de las derechas coincide con un proceso de nuevo cuño: durante las manifestaciones de la franquicia de los chalecos amarillos han aparecido grupúsculos que están muy a la derecha de la extrema derecha tradicional (Le Pen) y muy a la izquierda de la extrema izquierda tradicional (Melenchon). Los nuevos grupúsculos de extrema derecha reclaman una “revolución nacional”, enarbolando banderas que llevan proclamas de este tipo: “Corazón Sagrado de Jesús Esperanza y Salud de Francia”. Los nuevos grupúsculos de extrema izquierda quieren proclamar la “VI República”.
A la izquierda socialista, Christiane Taubira, ex ministra de justicia socialista, ha declarado: “El estado de las izquierdas es desesperado y desesperante”.
Desde el Elíseo, Emmanuel Macron no ha dudado en comentar positivamente, ante sus ministros, el comportamiento político de Marine Le Pen, muy crítica con el gobierno, pidiendo “justicia” para los chalecos amarillos, pero menos “incendiaria” que otros líderes de izquierda y derecha que no han dudado en echar aceite a la hoguera de la gran crisis nacional.
Emmanuel Macron había “programado” y deseado un nuevo duelo con Marine Le Pen, durante la campaña de las próximas elecciones europeas.
Los sondeos confirman esa intuición básica, sin prejuzgar el resultado final.
Según el modelo político francés, la elección del presidente o presidenta es un duelo a primera sangre política, enfrentando a dos personalidades. A un año y medio del duelo victorioso de Macron, a tres años y medio de la próxima elección presidencial, el duelo Macron – Le Pen es hoy altamente hipotético.
A más corto plazo, las elecciones europeas del mes de mayo que viene serán una radiografía global del “humor” y estado de opinión de la Francia profunda, que deberá elegir entre ocho o nueve partidos. Los sondeos anuncian un giro a la derecha. Veremos.
José says
En el antiguo regimen quien era la extrema derecha y la extrema izquierda. Quienes son los del N. y los del S. y los del E. y los del W. A veces creo que las ciencias humanas se han quedado en los de arriba y los de abajo. Hay familias que controlan cien o doscientos años o mas. Con la constitucion democratica se podia tener esclavos y tambien liberarlos. Y una vez liberados un voto blanco valia por tres votos negros. En otros lugares dependia de las propiedades para que pudieses votar y las mujeres…El problema es hoy quien vota a quien. Una casta de politicos que viven en la politica y de la politica. Unos desmontan y otros desmontan mas o menos y otros votan cada unos cuantos años. Hoy son de extrema derecha y mañana de extrema izquierda pero como en el gatoparto unos desaparecen y otros se adaptan. Los que se adaptan y se vuelven oportunistas se ponen la etiqueta de lo que haga falta. Ahora cuando el caos lo invade todo las etiquetas no sirven y la salvacion esta en inventar algo diferente a lo que habia.
Lo mejor seria prescindir del lenguaje de la orientacion para la geografia y construir ciudades con ciudadanos.
Fina says
Josep,
Sería ideal, eso que dices de «construir ciudades con ciudadanos» del mundo. Sin fronteras, ni ejercitos, ni guerras, ni extremos… Todos de la misma familia, pero de una familia que se llevara bien y donde reinara el respeto y el amor, claro está.
De momento vamos por el camino contrario. Veremos…
JP Quiñonero says
José,
Una maqueta idealista / optimista te leo… Bueno… quizá sea deseable que alguien piense cosas limpias y honradas, construir ciudades habitadas por ciudadanos libres o aspirantes a la libertad…
Avanti..!
Q.-