París, rue de Gâtines, 13 marzo 2017. Foto JPQ.
Emmanuel Macron intenta salir de la crisis nacional y europea de los chalecos amarillos lanzando un gran debate nacional que el inicia personalmente con una Carta al pueblo francés, invitando a los ciudadanos a discutir y proponer ideas en cuatro terrenos capitales: fiscalidad y gasto público, organización del Estado, transición ecológica, democracia directa y ciudadanía.
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Se trata de una novedad sin precedentes en la historia de la V República: el jefe del Estado invita a los 67 millones de franceses a proponer ideas, discutir y sugerir proyectos en terrenos tan capitales como inflamables sobre todos los pilares del modelo político económico, social e institucional francés. Le Monde, Quatre grands thèmes et une trentaine de questions : la lettre d’Emmanuel Macron aux Français.
Tras la publicación de la Carta de Macron al pueblo francés, la noche del domingo, los ciudadanos son invitados a “organizarse” y participar, a través de las alcaldías, internet, y muy diversas instituciones, hasta el 15 de marzo próximo, cuando quedará “cerrado” el gran debate nacional que comienza con la carta presidencial.
Se trata de una respuesta “populista de élite” al “populismo callejero” de los chalecos amarillos.
En su origen último, la franquicia de los chalecos amarillos comenzó protestando contra la carestía de los combustibles, la fiscalidad y el costo de la vida. Macron hizo concesiones presupuestarias por un montante de 10.000 a 15.000 millones de euros.
Las concesiones presidenciales de mediados de diciembre pasado fueron insuficientes. Y la franquicia de los chalecos amarillos ha multiplicado sus reivindicaciones de “democracia directa”: referendos de iniciativa popular, reforma global del sistema de representación política, reforma “global” de la fiscalidad…
Ante el carácter inflamable y europeo que ha tomado la crisis de los chalecos amarillos, Marcon ha decidido responder lanzando un gran debate nacional, siguiendo un modelo de “democracia directa”, “democracia participativa”: todos los franceses que lo deseen podrán participar, a través de internet, a través de las alcaldías y otras instituciones. Sus conclusiones “serán tenidas en cuenta” por el Estado, en unos términos desconocidos, por ahora.
La Carta de Macron al pueblo francés intenta centrar ese gran debate sugiriendo cuatro grandes temas de debate nacional: fiscalidad y gasto público, organización del Estado, transición ecológica, democracia directa y ciudadanía.
Se trata de cuestiones capitales que han sido discutidas, desde hace décadas, por todos los partidos políticos, organizaciones sindicales y empresariales. En un gesto sin precedentes de “populismo elitista” (concepto acuñado por Michel Wieviorka, uno de los patriarcas de la sociología francesa), Macron desea “extender” el debate a todo el “pueblo francés”.
Experiencia sin precedentes en la historia de la V República, el gran debate nacional propuesto por Emmanuel Macron se presenta como una respuesta presidencial a las exigencias y crisis de la franquicia de los chalecos amarillos. Nadie sabe cómo puede terminar esta compleja historia.
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