Trocadero, 29 enero 2019. Foto JPQ.
Franceses de ultramar, en Trocadero, una tarde de sábado → París mestizo, work in progress.
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Trocadero / Torre Eiffel, cuando llega la noche.
Quizá recalé por vez primera por Trocadero buscando las huellas de Falla en París.
“Falla había intentado salir adelante en España: en vano. Nadie la hacía caso. Falla repitió en muchas ocasiones que, en el terreno cultural, su patria era París. Y fue en el salón de la princesa Polignac donde Falla ganó su primera y gloriosa fama, con el estreno de El retablo de Maese Pedro. Obra dedicada a Winnaretta Singer, princesa de Polignac…” Proust, Falla, Los salones y la vida de París.
El salón de Winnaretta Singer, princesa de Polignac, se encontraba en la avenida Georges Mandel, a trescientos metros cortos de Trocadero, frente al edificio donde me recibió Rostropóvich: “El arte nos hará libres…”.
¿Era suyo el piso donde me recibió Rostropóvich? ¿O era el piso que le prestaba ocasionalmente María Callas?
Trocadero y la Torre Eiffel tienen muchos otros rostros, menos líricos:
Quien ha saboreado a fondo París y la cultura francesa difícilmente se volverá un extremista. La frase es de cosecha propia. Cafés, teatros, iglesias, librerías, museos, placas en edificios y cementerios. Eso es para mí París. Gracias por ayudarnos a amar París también el que nos gusta menos.
Ay, Antonio…
La Francia del Siglo de Luis XIV a la Francia de Luis XVI… convirtió el francés en lengua diplomática, inventó los salones y el arte de la conversación ilustrada…. pero, ay, esa misma Francia, se abandona a la orgía ensangrentada del Terror (1793), que Robespierre llega a «justificar» en nombre de la «razón».
Hoy, la iglesia de Saint-Eustache -donde hizo su primer comunión Luis XIV, done fueron bautizados Richelieue y Moliére- solo ha podido renovarse gracias a publicidades de «bambas» norteamericanas, presentadas por negrazos de Chicago…
Francia, en general, y París, en particular, viven una crisis y «metamorfosis» que veremos como evoluciona. Pero, hace apenas dos semanas, los chalecos amarillos se liaron a incendiar coches a cien metros de la iglesia de Saint-Germain…
Me siento parisino de Murcia. Y siento por París un amor grande, grande. Pero, ay, algunos cambios y «metamorfosis» dan mucho que pensar,
Q.-
PS. «París bien vale una misa».
Sobre todo si es en Notre Dame.. Dicen que Enrique IV era más sincero de los que algunos pensaban… No lo sé. Pero pese a tus crónicas sobre el asesinato de París muy bien fundamentadas, siempre nos quedará Paris. I love Paris every moment. Gracias.
Antonio,
Amén.
Gracias por tu amistosa comprensión, claro.
Q.-
PS. Hombre, una misa cantada, en ND…