Gibraltar, Ceuta, Melilla y la inmigración clandestina ya son un excelente negocio literario, en California.
Una moza marroquí, instalada en Oregón, comenzó por escribir un blog titulado Una chica mora. Y, a partir de ahí, se dio a los negocios literarios, con aparente éxito, en inglés. Lo que cuenta la prensa egipcia sobre su libro no me inspira un entusiasmo totalmente frenético. Pero, pavor me causa imaginar los crímenes que pudieran perpetrar los editores cainitas si descubriesen un filón trágico como este.
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