Sospecho que mis amigos catalanes, castellanistas, catalanistas, nacionalistas, independentistas, etc., no perciben con claridad cómo la gestión política de los negocios públicos catalanes está mancillando la percepción internacional de Cataluña.
Ver Európolis. «Limpieza lingüística», «caos autonómico», «malestar en los cuarteles», «eje Barcelona – Rabat»…