Los presupuestos publicitarios del Estado, las Naciones, las Comunidades autónomas, las Comarcas, los Municipios, los Partidos, los Sindicatos, los Museos, las Editoriales, las Fundaciones, etc., son tan sustanciales y tentadores que la “cultura” se convierte lentamente en un apéndice o instrumento de ciertas oligarquías demagógicas, condenando al desierto de lo invisible, inaudible e inexistente la obra de los creadores, poetas, novelistas, dramaturgos, pintores, escultores, etc., que creen posible vivir al margen del desierto iluminado con las luces de neón de los medios de incomunicación de masas.
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Babel. “Estado cultural”: De la oligarquía demagógica a la conversión de la cultura en mercancía publicitaria y De como el Estado destruye la cultura a través de la Comunicación Estatal de Masas.