La limpieza informativa de la gran prensa anglosajona permite decirlo todo con claridad, sin precipitarse en el abismo del esperpento.
El Times estima que el nuevo Estatuto catalán “divide a las familias y divide a España”, comentando como significativo que, en Barcelona, en una misma familia, madre e hija tengan distintas posiciones, sin problemas existenciales. El Telegraph se limita a informar: “Los catalanes se disponen a aprobar un Estatuto que para los conservadores presagia la ruptura de España pero no va suficientemente lejos para los nacionalistas catalanes”.
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Európolis. “Con Franco vivíamos mejor”. Fantasmas, trampas y abusos.
Antonio Castillo Alg says
Tela con el artículo del Telegraph: «the nationalist PP» (dejando aparte la falta de profundidad y conocimiento). Pobre manera de informar. El del Times es más digno.
En cualquier caso, lo de menos en el estatuto es el asunto de la nación; lo de más es su ínfima catadura moral e intelectual; da miedo leerlo, recuerda a locuras de otros momentos de la historia.
Gracias por los artículos, Quiñonero
Ramon Sole says
¿Te extraña que digan «Nationalist PP» ? ¿Pues qué otra cosa es sino? Muy cosmopolista no me parece.
Antonio Castillo Alg says
No es que me extrañe, me parece ridículo. El nacionalismo es, como todos los «ismos» (progresisimo, homosexualismo, determinismo, comunismo, feminismo, machismo…), un morbo, una enfermedad, la exarcebación de algo que de por sí es legítimo. El PP, como partido (dejemos aparte algún sujeto) no lo padece. Una cosa es la vivencia de la nación, y otra, el nacionalismo. Ser o no ser cosmopolita no tiene nada que ver con esto.
Por cierto, que el Madrid del PP es un modelo de integración de la llegada masiva de nuevos madrileños procedentes de la inmigración.
Antonio Castillo Alg says
Sobre el cosmopolitismo (que hace vivir con un pie en la cultura y el otro en el esnobismo), aunque en teoría debería ayudar a curar el nacionalismo, la nueva gran película de Merchant/Ivory, «The white countess», ahora en cartel, contiene un inquietante personaje japonés, curiosa mezcla de cosmopolitismo y nacionalismo.