Apenas 48 horas de vagabundeo por las playas, hyper y super del Maresme son suficientes para advertir, horrorizado, hasta que punto la retórica de los medios de incomunicación de masas oculta la realidad, cubriéndola con el manto fúnebre de la ideología, iluminada con las luces fluorescentes de la publicidad
- Basta con mirar y caminar en Mataró Park para temer que, en verdad, no sea fácil seducir a esas multitudes con proclamas patrióticas, españolas o catalanas: ellos y ellas son la inmensa mayoría de la mayoría que se abstiene de votar.
- No veo fácil convencer a los hijos y nietos de los más íntegros patriotas, españoles o catalanes, de adoptar el credo familiar. La hija de L*, que ocupa un cargo importante en Greenpeace Cataluña ha decidido abandonar sus estudios: tiene vocación de okupa. En apenas dos cenas he tenido noticia de cinco o seis matrimonios rotos por padres que abandonan mujer e hijos; o mujeres, solteras o casadas, que encuentran el amor en brazos femeninos. ¿Puede creer en la “patria” una sociedad donde el divorcio afecta al 50 % de las parejas y el relativismo moral es la norma..?
- Estadísticamente hay muchos nuevos catalanes, que tienen un catalán con acento andaluz (en el mejor de los casos) y unas convicciones patrióticas con fundamento muy rudimentario, a geometría variable: no es seguro que voten hoy lo que votaron la semana pasada; y, desde luego, ni siquiera ellos saben que votarán pasado mañana.
Todo eso también deja al descubierto una realidad a-cultural, donde las pasiones, la rapacidad carnal, económica y política da una imagen muy grosera del “hacer país”.
!Qué horror! !La gente se desprende del concepto de patria! ¿Dónde iremos a parar?
¿Es grosero un país donde la gente vota hoy una cosa y mañana otra? ¿No pueden tener su propia opinión?¿Es la patria el concepto central de la vida de un ciudadano?
Pues a lo mejor finalmente tendremos un entorno abonado para avanzar hacia el comspolitismo «creative class» (www.creativeclass.org/) que es la gente que, al parecer, mueve el mundo de hoy y facilita que haya más oportunidades tanto en el comercio como en los estilos de vida sin por ello renunciar a ciertos compromisos: los derechos humanos, el medio ambiente «to name a few».
!Cómo debes sufrir con semejante tejido de conceptos para enjuiciar el mundo!
!Páseate por los valores «hacker», «hi tech» y vuélvete a mirar la realidad a ver si la encuentras tan espantosa.
Un poco menos de París y un poco más de Silicon Valley te ayudarán a no ver las cosas tan a la tremenda.
La última frase, sencillamente, son ganas de mezclar niveles personales que no te gustan para desprestigiar un proyecto que no te gusta y que es fàcil ver que corresponde a una visión caduca, la misma que está enlazada positivamente con el concepto de «patria».
Disfruta un poco, hombre
Mein lieber Ramón,
Muchas opiniones y pocas ideas (HJames dixit).
He escrito millares de páginas (en este blog y fuera) sobre tales cuestiones. En el caso concreto de esa entrada, me limito a hacer una descripción «entomológica» de lo visto. En este caso, Ni Entro Ni Salgo en Esos Problemas.
Tu opinión sobre lo que a mi me «gusta» o no me «gusta» deja al descubierto una cierta ignorancia (sorry) sobre mi modesta persona. No tiene la más mínima importancia. Aunque quizá sea prudente no opinar sobre lo que se piensa que opina el otro, cuando el otro opina otras cosas que es prudente ignorar o dejar en paz. Nobody is perfect.
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Sobre California también he escrito mucho. Véase bibliografía.
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No solamente no sufro nada si no que estoy beatamente féliz con mi casa de Caldetes: sobre cuyos encantos he escrito no menos de centenares de páginas. Maresme incluido, oiga. Mi conocimiento de la cosa data de.. cuando descubrí los inmortales pessols de la tierra. Quienes conozcan la cosa recordarán inmortales pessoladas..
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No hay «valores» htech.. «valores» y ht es como mezclar el culo con las témporas.
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Me estimula mucho este pingpong, que me gustaría de otro nivel. Hélas..
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Suerte,
Q.-
Ok, perdona mi ignorancia: me falta background sobre tí y me he limitado a reaccionar sobre lo que, en mi limitada percepción, me parecía captar en este único post.
Y perdona si mi desparpajo te ha parecido ofensivo, he usado un registro poco adecuado.
!Eso sí, en los «pessols» el Maresme me parece que tenemos un buen punto de encuentro!
Por lo que voy siguiendo del tema entre la aparición de otros valores y el surgimiento de otro sustrato económico asociado al «hi-tech» me parece que la relación no es para despreciar tan rápidamente. Tengo poco tiempo hoy para elaborarlo pero espero volver más adelante. Nos vemos.
Pero, hombre, Ramón..
Tu reacción me parece sensata y sana. Mi respuesta ha sido un poco «vigorosa» para intentar zanjar la cosa.
En el fondo, quizá tu lleves razón. En la forma, yo no digo otra cosa.
Sobre HT.. dos cuestiones de matiz y terminología:
1.- La tecnología es algo sonámbulo: no tiene valores. Es un instrumento de individuos que pueden tener muy distintos valores. Hay quienes la utilizan para gasear seres humanos. Y hay quienes la utilizan para propagar el «virus» de la lucha contra el Estado.
2.- Los hackers si son individuos con valores.. pero ¿tienen todos los mismos valores? ¿hay una ética hack.universal?.. hay terroristas que no dudan en poner bombas en supermercados; hay hack. que ponen sus buenas artes al servicio de causas nobles.. De ahí el riesgo de generalizar. En su mejor tradición, el hack. quizá forme parte de la tradición liberaria. Pero eso son otros pessols..
Encantado,
Q.-
Hola
He tenido un día bastante complicado pero aún me queda un poco de tiempo y energía para seguir con el placer de conversar (que de eso se trata a fin de cuentas).
Como yo no tengo ideas (aunque tampoco sea un sabio http://www.siruela.com/catalogo/catalogo.php3?ficha=467) y no me quisiera quedar en el terreno de las opiniones, me situaré en el de las preguntas. Si son buenas, aseguran que a uno le hagan tragar cicuta…¡qué le vamos a hacer!. De lo contario, !qué le vamos a hacer!
Ahí van unas cuantas al hilo de lo que comentas.
“1.- La tecnología es algo sonámbulo: no tiene valores. Es un instrumento
de individuos que pueden tener muy distintos valores. Hay quienes la
utilizan para gasear seres humanos. Y hay quienes la utilizan para
propagar el «virus» de la lucha contra el Estado.”
¿Qué es la tecnología? ¿Es válido identificar la actividad de creación de herramientas (virus, gases letales, vacunas, software) con la tecnología?
Quizá tu afirmación es plenamente válida si identificamos la tecnología con sus resultados (herramientas). En tal caso, tu argumento, si te interpreto bien, vendría a decir que los valores no son de la tecnologia sino de quien la utiliza. Estos valores se expresan en el acto de usarla (como herramienta). Ahora bien ¿se expresan sólo en el «quién», “cómo” y «para qué» se usan o también y principalmente en un momento anterior?.
Si no identificamos la tecnología con la actividad de crear instrumentos sino con la de diseño y generación de conocimientos sobre el diseño… ¿Se quedan los valores fuera de la tecnología?
La ciencia busca descubrir, la tecnología construir, hacer, transformar. Quizá esté más cerca de los fines en lo práctico ¿Es más próxima en su caso la relación entre valores y fines?.
En tanto que actividad de diseño, la tecnología ¿busca ser una disciplina distinta a la ciencia que describe lo que existe (los objetos matemáticos son mundo aparte, por cierto)?. ¿Sería la tecnología la disciplina de «lo que puede llegar a ser»?. ¿Sería similar a una ciencia de los objetos y métodos posibles (H. Simon, «The Sciences of the Artificial»)? ¿O sería el arte de generar conocimientos para hacer algo?
Si la tecnología se ocupa de cómo abrir heurísticamente el campo de las posibilidades, conlleva un momento de elección (y de enorme incertidumbre) sobre qué dejamos abierto y qué cerramos en cada momento en que nos planteemos qué y cómo diseñar y cómo aprender a diseñarlo.
¿No quedarán expresados los valores también y principalmente en ese momento, cuando estamos configurando un método, una técnica para crear un campo de posibilidades, no sólo objetos concretos, herramientas?.
Si inicio un programa de ingeniería genética ¿es ciencia o es diseño? ¿Expreso los valores de libertad para diseñar seres vivos en ese proyecto de trabajo o en sus posibles resultados (una nueva especie)? ¿En los dos?¿Se convierte el programa de trabajo en un sustrato para determinados valores? Si es así, ¿podemos decir que es neutro?.
¿Me suscribo a un prouecto de trabajo porque refleja mis valores?.
¿Podemos cerrar la discusión aduciendo que sólo determinadas entidades pueden tener valores y operar en ese ámbito: los humanos? Si no es así ¿cómo interactúan los valores de individuos y proyectos?¿Cuál hace emerger al otro?¿Hay una relación circular?.
Si la tecnología tiene valores ¿Nos acercamos hacia una crítica análoga a la postmoderna de la ciencia como área «cargada de valor» con las espantables (o irrelevantes) consecuencias que ello tiene para, por ejemplo, el proyecto ilustrado (Sokal se divirtió de lo lindo con esta interpretación)?
“2.- Los hackers si son individuos con valores.. pero ¿tienen todos los mismos valores? ¿hay una ética hack.universal?.. hay terroristas que no dudan en poner bombas en supermercados; hay hack. que ponen sus buenas artes al servicio de causas nobles.. De ahí el riesgo de generalizar. En su mejor tradición, el hack. quizá forme parte de la tradición liberaria. Pero eso son otros pessols.”
Good point.
Algún purista nos obligaría a distinguir entre «hacker» (el que busca el bien común) y «cracker» (el que promueve el caos en el sentido más perverso de la palabra).
¿Nos creeremos a Himanen cuando habla de «Ética hacker» y la contrapone a la «Ética protestante»?
¿Tiene esto alguna relación con la constitución de un sujeto capaz de embarcarse en la construcción de un proyecto colectivo? ¿Es el hacker un relativista cultural/moral? Si lo es, ¿es eso un problema para articular lo colectivo? Si no lo es, ¿qué tipo de proyecto común promueve o puede promover desde sus valores? ¿Similar al de las patrias y las familias o se trata de otra cosa?
¿Identifico bien tu «observación entomológica» como expresión de una duda sobre si se puede articular algo (Cataluña o lo que sea) sobre una base de individuos lanzados a la disgregación de su autonomía y responsabilidad por el bombardeo «desinformativo», embarcados en un relativismo moral y cultural que -parece- los zarandea, que lo malviven? ¿Hay otras formas de futuro para lo colectivo que no sean el del Estado, las patrias, etc.?. ¿Está pasando algo nuevo y positivo en este sentido?.
¿Tendrá razón J.A. Marina cuando dice que el único proyecto que vale la pena es el «Gran Proyecto Ético Universal» (whatever that means)?¿Nos pesa la nostalgia de lo ya conocido? ¿O nos anima la experimentación crítica de lo nuevo? ¿Nos cansa la multiplicidad de opciones, la incertidumbre, la elección?
¿Es el hacker más fuerte que nuestros sujetos de observación entomológica?¿Asume su pasión de vivir un proyecto creador con más voluntad que quienes se deslizan por los toboganes de la desinformación y el relativismo? ¿Hemos reparado en esa extraña dimensión de su obsesión, una cierta alegría por construir? ¿Es indicativo de un camino estructurador diferente? ¿Estaremos en un ejemplo inesperado de esa “Política de la Alegría”, que reclaman algunos?¿O eso sería cargar ya al pobre “hacker” de demasiada responsabilidad y voluntad?.
Como entomólogo coincido contigo en observar demasiado desasosiego, poco apego por las consecuencias de la libertad propia, ingenuidad en las propias expectativas al respecto, desencanto, desgana. Podría parecer que eso debilita lo colectivo. ¿Es así?
¿Te he interpretado algo mejor?¿O seguimos conectados sólo por los guisantes?
Me voy a cenar. En tu honor me he comprado una buena ración de “pèsols”.
Son congelados, tecnología mediante. Con un poco de sepia – también congelada- van a quedar que ni en Mataró 😉
Un abrazo.
Mare de deu, digo de Déu, Ramón,
Me dejas como a Mortadelo, por los suelos, hecho polvo. Pero sensible a las escaramuzas dialécticas.
De entrada, una cuestión de método: las citas de personajes de orden mucho menos que secundario, sean franceses o españoles, me parece fuera de lugar. Un respeto, por favor.
Hecha tal salvedad, al grano: A mi modo de ver, en nuestra civilización, el debate sobre el puesto de la Técnica en la historia general de las culturas quedó sólidamente establecido en la Alemania de los años veinte, treinta, cuarenta y cincuenta del siglo pasado. Y los mejores “resúmenes” son los textos canónicos de Heidegger y Jünger. Ambos coinciden en un punto que me parece crucial: la desertización espiritual del planeta coincide con su colonización técnica. Jünger habla, en un texto muy bien traducido por mi viejo amigo Andrés Sánchez Pascual, de una guerra que data de antes de los Presocráticos, enfrentando a los Titanes (cuyo rostro contemporáneo pudiera ser el de la Técnica) y a los Inmortales, cuyo rostro más común es el de las cosas que antes eran cosas del espíritu, las artes y otras chucherías amenazadas.
Jünger habla de un personaje, el “waldganger” (proscrito que se oculta en el bosque, para preservar su amenazada libertad), que bien pudiera recurrir a los artilugios tecnológicos para servirse de ellos para combatir el sonambulismo ciego de los Titanes, colonizando y expoliando todas las tierras conocidas.
Heidegger teme que el hombre de nuestro tiempo se haya convertido en un ser desarraigo, condenado al destierro, ser anónimo, sin patria, sin hogar, sin “heimat” (el equivalente alemán de la patria o el país local). De ahí la importancia “etnográfica” y “zoológica” de la emergencia creciente de “masas sonámbulas”, víctimas de los tropismos y contaminación audiovisual.
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Hasta ahí, un vago resumen del problema de la Técnica, tal como lo percibían Heidegger y los hermanos Jünger. Confieso que llevo “copiándolos” y glosando sus variaciones desde hace muchos años. Por una razón muy simple: sus análisis (que me gustaría no resumir de manera demasiado grosera) me siguen pareciendo de una actualidad absoluta, definitiva. Para mí. Y perfectamente “aplicables” a la desertización espiritual de España y Cataluña.
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Tu escribes: “Como entomólogo coincido contigo en observar demasiado desasosiego, poco apego por las consecuencias de la libertad propia, ingenuidad en las propias expectativas al respecto, desencanto, desgana. Podría parecer que eso debilita lo colectivo. ¿Es así? ¿Te he interpretado algo mejor? ¿O seguimos conectados sólo por los guisantes?”.
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Tu “desasosiego”, “poco apego por las consecuencias”, “desencanto”, “desgana”, dicen de manera más amable lo que yo digo de manera más brutal cuando hablo de “rapacidad carnal, económica y política”.
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Last but nos least: la sepia con guisantes/pèsols es un plato sublime, con huevo frito y cava, si us plau,
Saludos..
Q.-
@ Ramón
Si un día lees la obra de Quiñonero, te pensarás muy mucho a la hora de comentar sobre estos temas, que tan estudiados tiene Quiño.
Se coincidirá o no con sus análisis, tesis y elucubraciones varias (discrepo en algunas), pero es indudable que conoce muy bien los temas sobre los que anota.
En mi caso, prefiero documentarme primero, releyéndome «De la inexistencia de España» estoy. Ya llegará septiembre ya, con los deberes de documentación hechos. Entonces… que tiemble Quiñonero!!! 😛
No creo que en tan poco tiempo esté a la altura intelectual de Quiño, pero intentaré estarlo, y así evitar que «me desnude» en público.
Eso sí, discrepando públicamente con Juan Pedro sólo cuando sea capaz de hilvanar un discurso bien armado (o que así me lo parezca).
Senor Quiñonero, ¿ cree usted que este accidente estadisticamente raro del tren en este túnel de Valente estaba un acto terrorista ?
Para JPQ
!Gracias por recordar pasadas lecturas exigentes y, por tanto, gratificantes!
En efecto, la visión de Heidegger sobre la esencia de la técnica/tecnología moderna es una referencia imprescindible. Su caracterización de la techné como un «llegar a ser» me resulta muy próxima. Recuerdo vagamente haber experimentado cierto desasosiego respecto a su visión de las consecuencias de la técnica y su relación con el espíritu. Será que uno está más a gusto en lo prometeico.
Con la referencia que haces a «El trabajador» entiendo mejor tu posición respecto la «desertización» espiritual.
Recuerdo una sensación muy ambivalente al leer a Jünger sobre la técnica, el final de los Titanes y la vuelta de los Dioses: quedé subyugado por su prosa («entomológica») pero recuerdo que no me acababa de encontrar a gusto con el mundo que avanzaba. Para darte el porqué debería bucear en viejos libros de notas.
En cualquier caso, te agradezco la referencia: una fenomenal excusa para releer monumentos del pensamiento.
Un abrazo
¿Por donde empezar..?
Roberto: lo de «señor» establece una «barrera» innecesaria, ¿no?.. NO tengo ni idea. En la prensa europea de la mañana, NADIE se aventura por ese camino.
Ramón: .. ¡viva Cartagena..!
Maty: .. ¡no digas palabrotas..!
Saludos..
Q.-
Para JPQ
Ciertamente, hoy no estoy muy inspirado 😉
JQ -> Tutoiement obligatoire, como dicen los franceses. No quería derribar la puerta. Me gustan sus postales acerca del terrorismo islamista. Es porque empezaba leer su blog.
.. ¡un lector agradecido..!!!
¡oído cocina…!
¡La casa paga una de pipas y tildes para don Mario Molinerrr!!!..
Q.-