Esperando la tormenta, en casa. 15 agosto 06. Foto JPQ.
Felices vacaciones, 16
Espectáculo majestuoso e inquietante el de una tormenta, junto al mar.
Desde el atardecer, los movimientos de las nubes tenían un ritmo en apariencia inconexo. La oscuridad llegaba cubriéndolo todo con un manto sombrío. Y los últimos rayos de la luz del día que se iba caían y desaparecían con creciente celeridad angustiada. Hasta el prematuro advenimiento de la tensa e imprevisible oscuridad total.
Tras una larga espera, las luces de los primeros rayos nos sorprendieron por su lívida iluminación súbita, repentina. Los primeros truenos, desde el Turò des Encantats sonaron como un brutal resquebrajamiento geológico. La lluvia comenzó a caer racheada, imprevisible, golpeando las ventanas con violencia, invitándonos al recogimiento más urgente. Pero, desde la terraza, cubierta, el mar se veía iluminado con vertiginosas apariciones de luz sobrenatural.
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Biografía NO autorizada de CJC.
La ciega danza fantasmal de rayos y truenos, de una violencia creciente, amenazadora, imponía un silencio inquieto que se prolongó mucho tiempo, en la callada oscuridad más íntima. Hasta que, ya bien entrada la madrugada, me despertaron una brisa silenciosa y el hondo perfume de la tierra mojada.
Gregorio Luri says
Acabo de leer la magnífica crítica de Masoliver a «La locura de Lázaro» en el suplemento cultural de La Vanguardia. Tengo a J.A. Masoliver por uno de los mejores críticos del país (no digo el mejor para así hacer más creíble mi alabanza). Por lo tanto, enhorabuena.
JP Quiñonero says
Hola, Gregorio,
La verdad sea dicha: a mi también me ha gustado esa primera crítica. Vanidades al margen, Tono Masoliver ha leído le libro con Mucha Finura.
Gracias a tí, también, oye,
Q.-
Joaquín says
A propósito de «La locura de Lázaro», recuerdo un libro alucinante, «Desmontando a Cela» (Libertarias, 2002), del periodista Tomás García Yebra (no confundir con el traductor), escrito con gran sorna, y que lleva las cosas hasta el punto de que te hace dudar si los libros posteriores al «Pascual Duarte» los escribió el propio CJC (o un ‘amanuense’).
JP Quiñonero says
Joaquín: lo mío NO TIENE NADA PERO QUE NADA QUE VER CON ESO… Camilo merecía un respeto. Mi CJC (Celia Jiruña Carón) es una Muy Otra Cosa,
Q.-
Joaquín says
Aún no tengo en mis manos «La Locura de Lázaro», que ya he visto en la Casa del Libro, en la calle Velázquez. Gracias por tu observación.
JP Quiñonero says
Joaquín, la Locura humana (comenzando por la mía) tiene infinitos flecos. Que mi novela esté en la calle de Velázquez ya me maravilla..
Q.-
Joaquín says
Esa es una calle graciosa de Sevilla (o a mí me lo parece) porque, en una perspectiva infinitesimal, no sabría yo decir en qué linde termina Tetuán, donde comienza Velázquez, y por dónde continúa hasta O’Donell… En un primer conato, iba yo a decir que ví tu libro «en una librería de la calle Tetuán», que es como yo la llamo, sin mayores distingos, desde niño.
JP Quiñonero says
Yo me quedaría con los huevos fritos velazqueños, pero bueno..
Q.-
Joaquín says
A la vuelta de la esquina de la calle Velázquez, te recomiendo la bodega «Blanco Cerrillo», donde sirven tapas de `’pescao frito’…
JP Quiñonero says
Tomo nota, para invitar allí a mi editor, sevillano ilustre..
Q.-