¿La temporada literaria francesa..? Sexo, con salsa picante, porno soft, turismo carnal o confesiones de señora cuarentona que se libera en el despacho de los amigos de su marido, caído él mismo en el lecho del novio de su hija. Y así. Y decenas de reflexiones psicológicas. Y novelas “históricas” escritas a una, dos, cuatro o seis manos, en plan onanismo industrial.
Encuentro consuelo y refugio en mis clásicos.