Metropolitan Museum. De izquierda a derecha: Rostro de un joven, Saint-Sernin, Toulouse, siglo XII. Joven de Saint-Denis, siglo XIII. Cabeza de Rey, siglo XIII, Chartres.
Si la cara fuese el espejo del alma, la historia de la representación del rostro humano, a través de la pintura y la escultura, debiera ayudarnos a explorar los insondables abismos de la conciencia humana, a través de los siglos. ¿Somos hoy más felices que ayer?