Gertrude Bell y un grupo de oficiales británicos, en algún lugar de Irak, en 1922, con el rey Faisal (segundo por la derecha).
Entre 1920 y 1922, Gertrude Bell advirtió en numerosas ocasiones a sus patronos de la military intelligence británica que un Estado chií, en lo que todavía no era el Irak contemporáneo, sería una amenaza regional para todo Oriente medio.