Gertrude Bell y un grupo de oficiales británicos, en algún lugar de Irak, en 1922, con el rey Faisal (segundo por la derecha).
Entre 1920 y 1922, Gertrude Bell advirtió en numerosas ocasiones a sus patronos de la military intelligence británica que un Estado chií, en lo que todavía no era el Irak contemporáneo, sería una amenaza regional para todo Oriente medio.
En 1978, el ayatolá Jomeini hizo realidad inquietante esa profecía laica, instaurando en Teherán un régimen islámico chií, con aspiraciones bonapartistas, revolucionarias: convertir al resto de los musulmanes a su fe; y advertir al resto del mundo que los ayatolás chiíes se consideran llamados a crear un nuevo orden mundial, por la fuerza, si fuese necesario.
Una nueva biografía de Gertrude Bell [The Gertrude Bell Project: diarios, documentos y fotografías] nos recuerda las fascinantes aventuras de una mujer fuera de lo común, alertándonos de la dimensión cultural y religiosa de varias de las grandes crisis donde está parcialmente hipotecado el destino de nuestra civilización, a través de la prueba de fuerza con Teherán, en la guerra civil irakí, en el Líbano e Israel.
Más allá de tal arco iris de oscuros conflictos milenaristas, me atrae muy poderosamente la personalidad de Gertrude Bell, gran lingüista, orientalista emérita, espía, estratega, la primera mujer que llegó a doctorarse en historia contemporánea en Oxford, arqueóloga ejemplar, viajera apasionada, que, entre 1900 y 1913 recorrió más de 30.000 kilómetros, en camello, en coche, a caballo, a pie, etc., entre Turquía, Siria, Irak, Líbano, Israel, Egipto, “naciones” que todavía no tenían su fisonomía actual, que ella contribuyó a forjar, como primera mujer oficial del contraespionaje militar del Imperio Británico (una military intelligence donde ella tuvo como colega algo más turbulento a T.E. Lawrence).
Para acabar de seducirme, Gertrude Bell es autora de una traducción más o menos canónica del diván de Hafez / Hafiz, el más alto de los místicos y poetas persas de todos los tiempos.
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Sani says
Escribes…
«Turquía, Siria, Irak, Líbano, Israel, Egipto, “naciones” que todavía no tenían su fisonomía actual, que ella contribuyó a forjar» (…)
Sí, fíjate, naciones o estados, con o sin comillas … algunos nacen, otros cambian substancialmente.
La vida te nos da sorpresas, sorpresas nos da la vida.
Y también eso: siempre hay alguien que contribuye decisivamente a que se produzcan esos cambios substanciales.
Bell y Lawrence a su manera, los de Versalles, los de Yalta, pero también el perestroiquero Mikhail Gorbachev, el reunificador Helmuth Kohl, Slobodan Milošević a pesar suyo y unos cuantos más…
Veremos cómo acaba la historia de Ben Laden y Al-Zarkawi, y la de Ahmadinejad !!!!
JP Quiñonero says
Bueno.. escribí «naciones» a falta de algo mejor. Tras el Imperio Otomano (aquello todavía estaba «claro») los Estados que se inventaron los europeos fue algo sencillamente artificial. Lawrence y la Bell vieron con claridad (ver los Siete Pilares) que beduinos y musulmanes estaban y estarían en algo que nosotros llamaríamos «guerra civil» casi permanente.. y «les» inventaron unos Estados (Siria, Irak, Líbano) que «ocultaron» aquellos enfrentamientos durante décadas… destruidos los Estados creados por el imperialismo europeo, musulmanes de distinta obediencia vuelven a la carga… con un mesianismo con vocación planetaria… Jomeini fue al mismo tiempo Lutero y Napoleón… con armas nucleares y misiles de cortísimo, medio y largo alcance, sus seguidores aspiran a convertir a todo tipo de infieles a la justa e inexorable fe chií… no sé si una expedición almogávar conseguirá arreglar el asunto..
Q.-
Wallenstein77 says
Hola a todos:
Quiño no hables de los almogavares, que alguno se lo puede creer. Si os fijais, muchos, por no decir todos, los problemas en todo Oriente Proximo tienen sus raices en la Gran Guerra, con la Declaracion Balfour y luego el Tratado de Sykes – Picot para repartirse el Imperio Turco en areas de influencia.
Hoy dia parece que la figura de Lawrence, aparte de su romanticismo y de su misticismo, estan siendo muy revisada por parte de historiadores, que califican a Los siete pilares… como una obra propagandistica que oculta y manipula los hechos para sobrevalorar su propia figura. En alguna ocasion ya he contado la anecdota del profesor pedante de Historiografia que nos llamaba poco menos que analfabetos porque no habiamos leido los libros que el mencionaba, hasta el dia que salio con Los siete pilares, tachando a Lawrence de un mal orientalista (teniendo en cuenta ademas que no soportaba a los orientalistas) y diciendo que no lo leyeramos en la vida, cuando levante la mano para decir que ese si lo habia leido.
Saludos a todos.
JP Quiñonero says
Wally,
Hombre, lo de almogávares iba con cierta ironía.
Bueno, yo te confieso mi admiración por Lawrence, de quien he copiado muchas veces una frase que Cela copió en un libro suyo copiándola de un artículo mío. Esta: «Hay dos tipos de hombres… los que sueñan, y se despiertan diciéndose que han soñado. Y los que sueñan despiertos… estos son más peligrosos, porque son capaces de realizar sus sueños». Mi traducción solo es ligeramente libre. Pero todo Lawrence está ahí, «inventándose» (con Mrs Bell un «Irak» que vaya usted a saber como termina: como ya profetizó la Bell, justamente).
Saludos,
Q.-
Wallenstein77 says
Quiño lo de la ironia creo que lo apreciamos la mayoria, pero leyendo a algunos que parece que se acerca una nueva invasion de toda Europa, se lo podrian tomar literal;)
Tengo que confesar que el personaje de Lawrence me ha encantado desde niño, cuando vi la pelicula de David Lean (¿cuandos niños de hoy la habran visto?) por lo que me lei varias de sus biografias para niños en el colegio y por lo que me compre y lei Los siete pilares en una mala edicion cuando termine COU.
Creo que Lawrence aparte de tener una compleja personalidad, al final si se creyo su propia imagen de libertador, por lo que acompaño a Faisal a Paris vistiendo como un lider beduino.
Saludos a todos.
Nuria says
Comparto contigo la pasión por Gertrude Bell. Hace unos años me leí una biografía suya realizada por Janet Wallach a partir de la correspondencia de este brillante personaje. De hecho, fue durante los meses previos a la guerra de Irak y una de las cosas que me sorprendió de esta increíble mujer fue su lucidez política, su visión clara de los errores que se comenzaban a cometer entonces y, como en el caso de la creación del estado de Israel, cómo los años le han acabado dando la razón. Recuerdo que, cuando bombardeaban Bagdag, me acordé de su tumba, localizada en el cementerio inglés, y después, cuando robaban a sus anchas en el Museo de Arqueología, lamenté el espolio recordando cuánto trabajo le llevó a Gertrude Bell crear y reunir aquella colección tan importante.
Tanto su vida como la de Lawrence, del que me leí su libro Los siete pilares de la sabiduría, me obsesionan. Quizás sea la fuerza que ambos demostraron, su astucia, su excentricidad, su pasión…
JP Quiñonero says
Nuria,
¡Qué maravilla, tu historia..!!! ¿Se puede leer en alguna parte esa historia tuya sobre Gertrude Bell..?
Qué envidia…
Q.-
PS. Curioso, el detalle de los acontecimientos que nos invitan a recogernos ante la tumba de seres que nos fueron queridos o admirados… me recuerdo a mí mismo, perdido en Roma, corriendo a buscar la tumba de Santayana.
Nuria says
Me parece que el libro ya no lo editan. Sin embargo quizás andes de suerte. Copiáte este link. Allí encontrarás el libro al que me refiero, La Reina del desierto. Quizás aún puedas comprarlo… Mucha suerte
http://64.233.183.104/search?q=cache:pfv4HlXe464J:www.unilibro.es/find_buy_es/result_scrittori.asp%3Fscrittore%3DWALLACH%252C%2BJANET%26idaff%3D0+gertrude+bell+la+reina+del+desierto+wallach&hl=es&ct=clnk&cd=1&gl=es&lr=lang_es
JP Quiñonero says
Nuria,
Bueno… en este caso, lo que me interesaba leer NO era ese libro, si no tu experiencia personal en Bagdad, con Mrs. Bell al fondo…
Q.-
Nuria says
No, no he estado nunca en Irak. Lo más cerca ha sido Irán, el año pasado. Lo del cementerio lo sé por el libro que leí… Lo que comenté era que me acordé de su tumba, que me la imaginé. También sé donde está la de Lawrence… y si algún día paso por allí, me acercaré a verla. Donde sí he estado es ante las tumbas de la escritora danesa Karen Blixen, de Hans Christian Andersen y de Kierkegaard… Y una tumba que no pude ver en París fue la de Cortázar…
Pero bueno…y a todo esto… ¡yo odio los cementerios!
JP Quiñonero says
Nuria,
Mujer… hay cementerios y cementerios. Por esa regla de tres, los restos Eteocles y Polinices habrían quedado sin honras fúnebres, a mayor gloria de la Tiranía…
Q.-
PS. Confieso mi envidia por lo de Blixen y Kierkegaard…
Miguel says
Yo tambíen soy un apasionado de Lawrence y de Gertrude Bell.Acabo de terminar dos libros sobre ellos.» El demonio del absoluto» de Malraux y «La hija del desierto» de Georgina Howel.Los dos me han parecido extraordinarios.Los mejores.Y eso que sobre Lawrence además de «Los siete pilares…» y «El troquel» he leido otros diez más.Sobre la Bell solo la biografía de la Wallach.
Realmente son dos personajes impresionantes.No solo por lo que hicieron(sin estudiarlos no se puede entender Oriente Medio)sino por como eran personalmente.
maty says
Creo que os interesará:
Lawrence de Arabia (1962)(Aventuras.Grandes clásicos)[m-720p.HDTV.Dual AC3.Subs]
JP Quiñonero says
Maty,
Lawrence of Arabia… es una de las películas que más veces he visto en mi vida. El Lawrence que cito cada dos por tres desde que tengo uso de razón,
Q.-
maty says
La he visto incluso en el cine. En la televisión no es lo mismo pero ahora está disponible en alta definición, y en un televisor de plasma se ve muy bien (mucho mejor que en los LCD). Si además el sonido es reproducido por un buen equipo de música con unas buenas cajas ni te cuento!
Bueno, estoy bajándola en estos momentos gracias a jDownloader, junto a varios discos de jazz clásico que pronto referenciaré en NS.
Nota: es una copia de una emisión televisiva en alta definición (HDTV).
JP Quiñonero says
Maty,
Suerteeee
Q.-