Imprescindibles para sobrevivir
● Un monumento jamás traducido en Caína.
● Un maestro perdido en el pantanoso lupanar del periodismo.
Le Grand Large du Soir. Journal, 1997 – 1998 (Ed. Flammarion) es el volumen póstumo de los Diarios de Julien Green, uno de los más grandes monumentos literarios del siglo XX. Hace muchos años, Jesús Aguirre tuvo la peregrina idea de traducirlos ¡íntegros! al castellano: pero la abandonó pronto. Entre las novelas de Green hay varias obras maestras absolutas. Entre los volúmenes de los Diarios, Le Grand Large debe estar entre los más memorables: es la crónica del fin, confundiéndose con el Ocaso mismo de Francia y de Europa, cerrando los ojos, a la espera de una Nueva Vida, recordando el oro broncíneo de los bosques y las grandes mansiones del Sur de su infancia dorada.
Ángel en llamas. Antología poética, 1920-1965 (Renacimiento), de César González Ruano. Selección y prólogo de Juan Lamillar. Ángel en llamas es el título de un libro de poemas de César, publicado en París, si no recuerdo mal, en 1941. Un libro de imprescindible lectura, para descubrir a un poeta víctima de su vida canallesca y sus casposos epígonos. El César articulista ha devorado al novelista, el dramaturgo, el biógrafo, el poeta. Si alguien tuviese la idea de reeditar su espléndido Baudelaire, sería muy fácil demostrar hasta que punto el articulista era un doble del poeta caído en el dédalo pantanoso del periodismo. Los poemas de esta antología pudieran servir como primer paso de la plena recuperación de un maestro perdido en el lupanar madrileño.
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Biografía NO autorizada de CJC. Una cultura confiscada por las mafias.
Joaquín says
Cada vez que oigo hablar de libros imprescindibles (para sobrevivir) me acuerdo con melancolía del viejo adagio: ars longa vita brevis
JP Quiñonero says
Hombre, Joaquín, tampoco es eso… Borges decía estar orgulloso de los libros que había leído… cuando todo va mal, lees el «Si..» de Kipling y algo muy hondo te ayuda a ir tirando..
Q.-
Ps. Y cuando se tienen demasiados, se Regalan: yo estoy orgulloso de una donación que hice a la alcaldía de Lorca (Murcia), que un periódico de la tierra anunció diciendo: «don fulano de tal ha donado 4.5 toneladas de libros a nuestra biblioteca»
Joaquín says
Libros al peso: finis gloriae mundi
JP Quiñonero says
Si yo te contara, Joaquínnn..
Q.-
Sani says
Sobre eso que dices de la traducción … que abandonó la idea …
Es que me temo que culaquier traducción es muy dura y debería de hacerse siempre a dúo o a trío, para poder comentar las jugadas má interesantes y eso lo cambiaría todo… ;_9
Pero me temo que llegará antes el día de los robots traductores que el de la posibilidad de implementar mi idea de placer compartido. Saldría un poco más cara la traducción pero se ganaría en calidad literaria y, los traductores, en calidad de vida.
Me leí varias veces El factor humano, una vez con relecturas y me miré la película. Leí The end of the affair, y me miré la película.
Con esas dos obras me he quedado. Me parecen dos obras muy interesantes las dos.
JP Quiñonero says
Sani, hola..
La traducción es «imposible», claro. De ahí el respeto que imponen los buenos traductores. Ferrater traduciendo a Hemingway, Riba traduciendo a Homero o Rilke, Borges traduciendo a Faulkner, y Tantísimos Otros.. Con frecuencia, incluso las malas traducciones consiguen algo.. estoy pensando en una reciente de mi admirado Jim Thomson..
Q.-
JA abandonó la idea de traducir los Diarios de JG por otras razones, menos literarias.
Javi says
Homo Biblotecarius y otros entes.
Comentaros solo una pequeña anécdota que me ha pasado esta tarde en una bibloteca pública de LA sierra norte de Madrid.
Al ir a devolver el magnífico «Homo videns» recomendado por Maty- muchas gracias- me he topado con el «Homo Biblotecarius», que me impide tomar nuevos libros en préstamo hasta que pasen 5 días, porque he tardado 5 días en devolverlo…
Junto a los millones de ilícitos a los que nos enfrentamos, ahora uno nuevo, el ilícito bibliotecario.
Frente a todas las teorías históricas sobre la pena y su función resocializadora, hoy he empezado a cumplir mi condena: debo estar 5 días sin leer para resocializarme, para pensar y meditar en lo que he hecho, para no incurrir en la misma falta, no sea que con el tiempo se implanten los «antecedentes penales bibliotecarios».
Este país de babosos no tiene arreglo…
JP Quiñonero says
Javi,
¡Así va el mundo capetovetónico..!
Q.-
Joaquín says
Hombre, es que en este país, al que entra en una biblioteca habría que darle un premio, una placa y recepción con banda de música…
JP Quiñonero says
Joaquín,
O invitarlo a la Feria de Abril, o regalarle una pata de jabugo, digo yo,
Q.-