La Real Academia Galega cumple cien años [Wiki]. Sobre el alcance histórico y cultural de tal acontecimiento escribe Victor F. Freixanes, director de Grial y Editorial Galaxia, viejo colega en las páginas del tiempo ha difunto Informaciones de las Artes y las Letras, cuyo voto tanto influyó en la edición de mi De la inexistencia de España.
No percibo en Cataluña, Euskadi, Andalucía o Extremadura un interés apasionado por el centenario gallego. Más allá de las galaicas fronteras, solo leo una crónica de Evaristo Amado, en el ABC [19 noviembre 2006]:
La Academia Gallega revisa su siglo con la fuerza de la palabra
EVARISTO AMADO. LA CORUÑA.
«Galicia, a forza da palabra. Centenario da Real Academia Galega» («Galicia, la fuerza de la palabra. Centenario de la Real Academia Gallega») es la gran exposición que repasa la trayectoria de la institución centenaria, nacida con el objetivo de fomentar el arte y la cultura autóctonos y considerada como uno de los ejes principales del proceso normalizador y normativizador de la lengua gallega abierto tras la dictadura.
La exposición, inaugurada por el presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, es un macroproyecto que repasa a través de más de 400 piezas bibliográficas, obras de arte, material audiovisual y objetos personales muy variados (desde un pelo de Rosalía de Castro a la pipa del famoso vanguardista Manuel Antonio) la trayectoria de la Real Academia Gallega (RAG) y su peso en la conformación cultural de Galicia.
«Galicia, a forza da palabra», coorganizada por la RAG y la Fundación Caixa Galicia, se divide en cuatro secciones: «La RAG como culminación del resurgir» (fenómeno de recuperación del gallego a partir del siglo XVIII tras los «siglos oscuros»), «Lengua y Literatura», «El origen de los apellidos» y «Homenaje a Manuel Lugrís Freire» (presidente entre abril de 1934 y agosto del 35 y uno de los miembros fundadores de la institución, fallecido en 1940 y al que se dedica a lo largo de 2006 el Día de las Letras Gallegas).
Desde la Edad Media
La exhibición, dispuesta en diferentes plantas de la sede diseñada por Nicholas Grimshaw, arranca en la Edad Media con dos documentos únicos: el Cancionero de Ajuda (Lisboa), hallado en Portugal y depositario de la tradición trovadoresca gallega (se expone por primera vez en Galicia) y el primer texto jurídico conservado en gallego, el «Foro del Burgo de Castro Caldelas», datado en 1228 y propiedad del Archivo de la Casa de Alba. Mesas de trabajo, escritorios, lentes, plumas y máquinas que emplearon grandes autores de la lengua y la cultura gallegas como el Padre Sarmiento, Alfonso Castelao, Ramón Piñeiro y Rafael Dieste iluminan la parte más fetichista de la muestra.
Xosé Ramón Barreiro, presidente de la Real Academia Gallega -Medalla de Oro de Galicia 2006- agradeció la colaboración de Caixa Galicia en la organización del «camino recorrido por la lengua desde la Edad Media hasta hoy, con textos que marcaron la presencia de Galicia en el mundo».
Las joyas de la corona
El presidente de la Xunta describió «Galicia, a forza da palabra» como «una ocasión única para entrar en contacto físico y espiritual con toda la densidad histórica y cultural, con toda la memoria que se acumula detrás de los cien años de esta institución», mientras que José Luis Méndez, director general de Caixa Galicia, valoró su «celo y amor por el patrimonio gallego». La Fundación organiza visitas-taller guiadas hasta el cierre de la muestra, para alumnos de Primaria, y un taller homónimo para estudiantes de Secundaria y ciclos formativos.
La Real Academia Gallega custodia en su sede coruñesa un fondo cercano a los cuarenta mil volúmenes, gracias a donativos particulares de destacados representantes de la cultura en la Comunidad. Las bibliotecas del artista Luís Seoane, las colecciones del prócer Manuel Murguía o la condesa Emilia Pardo de Bazán enriquecen la institución, junto a las partituras de Marcial del Adalid -cedidos por su hija María-, prolífico compositor gallego, autor de «Inés e Bianca», considerada como la primera ópera gallega. Las joyas de la corona de la institución son el himno gallego de Pondal y maravillosos manuscritos de Rosalía de Castro.
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