● “¡Un policía negro mata a un hincha racista!”
● “¡Le Pen presidente, Le Pen presidente!” “¡Muerte a los judíos!”
● FN primer partido obrero
Una de las más espantosas tragedias de la historia del fútbol francés ha dejado al descubierto la proliferación de la gangrena racista, con derramamiento de sangre, vandalismo criminal, histeria xenófoba, cuando el líder de la extrema derecha, Jean-Marie Le Pen, se cotiza al 17 por ciento de las intenciones de voto: un capital electoral que le pudiera permitir eliminar a Ségolène Royal o Nicolas Sarkozy en la primera vuelta de las próximas elecciones presidenciales.
“¡HIJO DE PUTA NEGRO!”
Al final de un desastroso partido de fútbol, terminado con la humillante derrota de 4 a 2, del Hapoël de Tel Aviv contra el Paris-Saint-Germain (PSG), que jugaba en su campo, doscientos hinchas del equipo francés, miembros de una banda de extrema derecha, los “Boulogne Boys” (en nombre de la ciudad residencial de la periferia más próxima), conocidos por su salvajismo racista, se tiraron a la calle armados de estacas, profiriendo insultos racistas contra el equipo de Israel.
Un grupo de jóvenes franceses judíos fue acorralado con amenazantes gritos energuménicos: “¡Hijos de puta judíos!”, “¡Sucios judíos de mierda!”, “¡Muerte, muerte a los judíos!”. Un policía de paisano, francés, negro, originario de las Antillas, Antoine Granomont, salió en defensa del grupo de jóvenes judíos. El policía vestía de paisano, vigilando los autobuses de las fuerzas de seguridad. Los energúmenos lo rodearon a gritos y patadas: “¡Negro de mierda!”, “¡Hijo de puta negro!”.
LO HUBIESEN LINCHADO
El policía negro intentó huir, protegiendo al más joven de los judíos amenazados, Yanniv Hazout. Un grupo de varias decenas de vándalos lo rodearon, amenazándolo. El policía comenzó a gritar “¡Policía, policía!”. En vano. El policía sacó su pistola. Y disparó. Uno de los energúmenos fue herido de bala. Otro murió, víctima de los tiros del policía negro.
La noticia y primeras imágenes incendiaron automáticamente las primeras páginas de los programas audiovisuales: “¡Un policía negro mata a un hincha racista!”. Una bomba. Los sindicatos de policías salieron inmediatamente en defensa del colega arrestado, a la espera de una investigación y posible proceso.
Un portavoz oficial de UNSA, el primer sindicato policial, comentaba: “Nuestro colega fue víctima de una emboscada de una banda de salvajes excitados y racistas, que atacaron cobardemente, a un policía, que se vio forzado a defenderse”. Frédéric Lagache, secretario general del sindicato Alliance, afirmaba: “Si Antoine Granomont no hubiese disparado lo hubiesen linchado. Esa gente son bestias racistas”.
CALDO DE CULTIVO RACISTA
Nicolas Sarkozy, ministro del interior, resumía la tragedia de este modo: “Parece que el joven hincha pacífico del equipo de Tel Aviv estaba acosado y perseguido por varias decenas de individuos que gritaban “¡Muerte a los judíos!”. Un funcionario de origen martiniqués, de civil, responsable de la vigilancia de los vehículos de las fuerzas del orden, intentó prestar socorro al joven agredido. Gritó en varias ocasiones su condición de policía. Uno de los agresores lo atacó a patadas en el bajo vientre. El policía hizo fuego en dos ocasiones. Uno de los hombres cayó a tierra y murió víctima de las heridas. Una tragedia. Otro hombre está en un hospital, herido en un pulmón”.
A nadie se le oculta la dimensión política excepcional de la tragedia, atroz. La banda de los “Boulogne Boys” es conocida por su extremismo político. Durante el partido y poco antes del estallido de los incidentes, el mismo grupo gritaba “¡Le Pen presidente, Le Pen presidente!”.
Jean Marie Le Pen no tiene nada que ver personalmente con los “Boulogne Boys”. Pero sus campañas políticas, ultra populistas, siempre en el umbral del racismo, coqueteando con la xenofobia revisionista, han sido el caldo de cultivo donde ha florecido un extremismo irracional, violento, racista, brutal.
LE PEN PUEDE ELIMINAR A SÉGOLÈNE O SARKOZY
Según los últimos sondeos, Le Pen cuenta con un 17 por ciento de intenciones de voto en las próximas elecciones presidenciales. Se trata de un capital potencial ligeramente inferior al que tenía el invierno del 2001, en vísperas de la campaña del 2002, cuando el líder de la extrema derecha eliminó a Lionel Jospin, candidato de la izquierda socialista.
Nadie duda que Le Pen pudiera estar en situación de eliminar a Ségolène Royal, candidata socialista, o Nicolas Sarkozy, candidato conservador, en las presidenciales de la próxima primavera.
Quizá todavía sea muy pronto para avanzar arriesgados pronósticos. Pero la tragedia precipitada por la violencia racista, tras un partido de fútbol, si deja al descubierto la gravedad gangrenosa de todos los problemas de fondo. El Frente Nacional (FN) es hoy el partido mayoritario de los obreros franceses. La extrema derecha federa el voto de una Francia conservadora que tiene muchos rostros dramáticos. Votan extrema derecha los obreros que antes votaban comunista. Y votan extrema derecha los extremistas racistas que “coquetean” con la violencia. Las elites de izquierda y derecha moderadas no siempre comprenden con claridad la gravedad insondable de la crisis en curso.
maty says
Buen artículo de un buen profesional, que intenta ser honesto con su trabajo, a diferencia de tantos otros periodistas «profesionales» españoles, cegados por su ideología y a los que no les importa saltarse reiteradamente los códigos deontológicos del periodismo y la apuesta por la EXCELENCIA y el RIGOR.
JP Quiñonero says
Anda, anda, Maty…
A Gun for Hire
maty says
Tal como lo creo lo manifiesto. Cuando tenga que criticarte lo haré, pero también cuando tu labor sea meritoria (práctica no habitual en España, donde se confunde el aprecio al trabajo bien hecho de los demás como peloteo).
Estos días ando metido en una polémica, dejando en evidencia a unos cuantos periodistas «profesionales» con bitácora, que ejercen mal periodismo. Pero mejor no entremos aquí, y desvirtuemos la anotación.
PD: para independientes, los periodistas «aficionados», que no cobramos por los contenidos generados, ni tenemos publicidad y encima facilitamos nuestros filtros para evitarla. «Aficionados» que gozan muchas veces de mejor preparación que los «profesionales» (que sólo destacan por su manejo de la escritura, pero cada vez menos por los contenidos que generan).
Ramon says
Quiza Le Pen no podria alardear de que FN es el primer partido de los obreros si la izquierda no hubiera abandonado a las clases bajas de origen europeo para centrar toda su atencion en los inmigrantes. Por cierto, no soy yo quien hace esta distincion entre los de origen europeo y los inmigrantes, sino la izquierda quien la ha hecho, tanto en los dichos como en los hechos.
JP Quiñonero says
Ramón,
Le Pen no alardea de eso: son los sociólogos quienes subrayan ese dato sociológico. Me temo que son los obreros quienes han abandonado a los partidos, y no lo contrario. Recuerdo a Brecht. ¿Qué decirte? ¿»En todas partes cuecen habas«? ¿»Nobody is perfect«?
Q.-
Ramon says
JPQ,
Cuando los clientes (los obreros) dejan de comprar un producto (izquierda), es porque este ya no satisface sus necesidades. Porque ha sucedido tal cosa? Pues sencillamente porque los partidos marxistas, desengañados por el aburguesamiento de los obreros, cuyo objetivo no es la revolucion mundial sino unicamente vivir mejor (recordemos la actitud de los sindicatos en Mayo 68), han buscado en los inmigrantes y otras minorias supuestamente discriminadas las contradicciones del sistema cuya explotacion le lleve al poder.
Wallenstein77 says
Hola a todos:
No he seguido mucho esa noticia, aunque la use el otro dia en clase de etica, relacionandolo con la muerte del neoyorquino tiroteado por la policia, para mostrar como el espacio condicional lo que es moral o no. Hasta que he leido el articulo de Quiño, no habia escuchado nada acerca de la raza del policia. Quiza es un poco duro lo que voy a decir, pero quiza en vez de procesarle, se le tendria que premiar, despues de intentar evitar que 150 salvajes racista quisieran linchar a un seguidor judio de otro equipo. No debemos olvidar que en el Mundial de Francia, a un policia le dejaron en estado de coma, aunque luego se recobro, al menos parcialmente, dando pena verle de como tenia las funciones motrices, tras la brutal agresion de unos salvajes neonazis alemanes. ¿Seria procesado este policia de haber sido blanco y no antillano? Otro ejemplo del tratamiento que se merecen los hinchas galos, fueron las imagenes de como unos «hinchas» separadon a un miembro del CRS (Cuerpo o COmpañias Republicas de Seguridad) en una grada y le patearon entre todos los «valientes gregarios». Teniendo esos ejemplos en mente y parece que en España, son unos niños de pecho comparandolos con los galos, ¿como tendria que responder la policia ante esa chusma? Es significativo que se tuviera, por lo poco que se de las noticias, que refugiar en un Macdonald porque le hubieran matado. A quienes se les tendria que procesar es a esos 150 salvajes y a quienes les dan alas, porque el policia no mato a un transeunte que pasabo por ahi por un accidente o porque se equivoco y mato a un inocente. Mato e hirio a dos peligros sociales que iban a matar a un inocente y a el mismo, porque para esta gente, todos los «negros» (sin el mas minimo rasgo racista) son iguales. Sin embargo, es al policia a quien se le quiere crucificar por cumplir, parece, con su deber. El mundo al reves. Para eso, que en vez de darles pistolas de verdad, les den pistolas de agua.
Sobre lo que dice Joaquin, casi vecino mio, luego se preocupan los politicos por el desprestigio de la democracia y que salga un Mario Conde, un Gil o un Bolin en Benalmadena pero no se preguntan porque permiten que haya un caso Camas, que haya una operacion malaya y demas, cuando se esta viendo que en todos los partidos politicos, se han acogido a posibles ladrones, corruptos y demas, que se creen que estamos en la epoca feudal, donde nosotros les debemos servir, cuando en realidad, nosotros somos su jefes y ellos nuestros empleados. Asi luego nos salen los demagogos que salen.
Saludos a todos.