El gobierno francés está vendiendo grandes residencias aristocráticas, en provincias y en París, propiedad del Estado, utilizadas por ministerios e instituciones públicas, para reducir el gasto público y pagar una deuda nacional que ya es superior a los 1.200 millardos.
Los compradores son millonarios rusos (en la Costa azul), millonarios árabes y europeos (en París), fondos de pensión anglosajones, en toda Francia. Se han vendido y están a la venta castillos renacentistas, antiguas “hoteles particulares” de la nobleza del Antiguo régimen, edificios donde se transcurrieron acontecimientos históricos.
Varias agencias anglosajonas están a la espera que el gobierno francés ponga a la venta el legendario Hôtel Majestic, donde Hitler instaló el cuartel de sus tropas de ocupación, en el mismo lugar donde luego se firmarían los acuerdos que pusieron fin a la guerra del Vietnam. En ese mismo edifico trabajo Azorín, como corresponsal de ABC.
Las operaciones de venta de grandes residencias del patrimonio histórico nacional se consuman con la mayor discreción, para evitar ataques de orgullo nacional. El presidente Chirac se vio forzado a autorizar personalmente muchas operaciones, a la vista de unas finanzas públicas en penoso estado de endeudamiento.
Los costos de mantenimiento de ese patrimonio ascienden a unos 2.5 o 3.000 millones de dólares anuales. Hay castillos del Loira en estado ruinoso. La torre gótica de Saint-Jacques lleva años a la espera de créditos que permitan su restauración.
En los últimos dos años se han vendido, solo en París, una docena de antiguos “hoteles particulares”, mansiones aristocráticas, palacetes de los siglos XVIII y XIX. Ante el riesgo de una aceleración del proceso de desmembración, algunas instituciones, como el Instituto Montagine, han comenzado a criticar el comportamiento del Estado, incapaz de asegurar el mantenimiento de tal patrimonio, endeudando a la nación de manera inquietante.
No hay nada como la contabilidad para saber la situacion real de una empresa, de una persona o de un estado, pues antes o despues todo acaba reflejandose alli. Ciertamente la llamada «contabilidad creativa», que es algo asi como la irrupcion de la politica en las cuentas, logra simular ingresos o disfrazar deudas, pero al final los acreedores siempre acaban llamando a la puerta y la verdad triunfa.
Ramón,
OK. Aunque… en el caso francés, como en el caso de otros Estados, los contribuyentes llevan dos décadas dejándose engañar por los flautistas que arruinan las arcas públicas con promesas ruinosas e incumplidas,
Q.-
Perdón, pero la venta de patrimonio inmobiliario para mitigar la deuda es como aquello de quitarle el chocolate al loro. En realidad, parece mejor encomendar a particulares (empresas, fundaciones…) la ocupación y mantenimiento de palacetes, que no dejarlos vacíos y en estado de ruina. Un paseo por Madrid, Barcelona o Sevilla confirma que se trata de una tendencia general. Úbeda (provincia de Jaén), sin ir más lejos, parece al visitante la mayor concentración de monumentos del solar hispano. Allí te puedes encontrar por ejemplo un torreón medieval ocupado… por una tienda de muebles.
Joaquín,
OK.
Se me ocurre el caso más modesto de un crítico literario amigo que se compró un presbiterio francés para instalar su biblioteca, en provincias,
Q.-
La historia comienza a pesarnos demasiado a los europeos. Sin historia se siente uno desarraigado y con demasiada historia, asfixiado. Y, como siempre, no hay camino con más bifurcaciones que el que conduce al término medio.
Mentiria si dijera que me apena lo que les ocurre a los franceses. En realidad la mayoría de los euroeos, desde Portugal a Bulgaria los vemos como una vieja tía solterona muy venida a menos en todo menos en ínfulas. Es normal que, como el ex rey de Grecia, se vendan las joyas de la abuela para pagar las facturas que han de mantener sin telarañas los artesonados de su engreimiento.
Se están mereciendo el funeral de tercera que tendrán (un siglo de estos, claro está).
Gregorio, Ángel, Maty,
Se me fue la tarde en una expo de dibujos eróticos (¡!) de Rodin. La cosa terminó con merienda cena con champagne. Tan féliz, vuelvo de paso a este Infierno, y me encuentro con..
.. Maty dando estacazos..
.. Ángel tirando contra una ambulancia..
.. y Gregorio entonando un himno fúnebre por una Europa difunta..
.. qué quereis que os diga: NO se me ocurre nada.. la decadencia es tan agradable, con una copa de champagne Roederer en la mano..
.. para colmo, me caigo de sueño, como un bebé.. felices sueños..
Q.-