Basta el fallo técnico de mi conexión wifi para recordarme la fragilidad de los negocios blogográficos y el fundamento último de nuestra civilización.
Debo replegarme a mi segundo o tercer ordenador, que funciona a muy otra velocidad, donde no están automatizadas las conexiones, a falta de las contraseñas, con un teclado francés, etc., etc., amenazando los cimientos de tanto trabajo destruido por azar, víctima de un corte en el suministro eléctrico. Pla denunciaba el desorden caótico del universo, contemplando el destrozo de un plantel de lechugas, tras una tormenta. En la era del Trabajador (EJünger), los riesgos, catástrofes y tormentas tienen proporciones universales, más allá de la insignificancia individual del plancton que navega sin rumbo en el océano ciego de la blogosfera.
Ramon says
«Basta el fallo técnico de mi conexión wifi para recordarme la fragilidad de los negocios blogográficos y el fundamento último de nuestra civilización.»
Si tuvieras un sistema redundante (uno donde todo esta duplicado y cuando un componente falla otro toma su lugar automaticamente) tu negocio blografico no seria nada fragil, sino literalmente invulnerable.
Por cierto, eso es lo que los bancos y las empresas «serias» usan en lo que llaman «mission critical systems». La civilizacion actual es mucho mas solida de lo que su aparente caos hace parecer.
JP Quiñonero says
Ramón,
Jo.. lo de «sistema redundante» suena bien; pero; hélas, mi ignorancia es absoluta. Quizá lleves razón, pero he tenido un día muy negro. Dicho esto, si Roma cayó y estamos amenazando el planeta, los negocios blogográficos quizá tengan una importancia relativa..
Q.-
PS. A pesar de mi pesimismo insondable, soy sensible a la máxima ya no recuerdo si gramsciana o aroniana sobre el pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad.