Le Monde, 24 enero 07. Mon espace, de François Oislaeger
Ese espacio íntimo de François Oislaeger describe solo un aspecto de la nueva vida virtual de los seres humanos: la soledad iluminada con pantallas de ordenadores personales.
De esa realidad están ausentes los ríos desbocados de basura (spam) y las bandas de alimañas que viven solas o en hordas trashumantes sembrando el odio, la mentira, la incertidumbre, la obscenidad, la nada y la oscuridad iluminada con estrellas de papel publicitario.
Por parafrasear el comienzo ¿o el fin? de un libro célebre hace muchos años: Hay otros mundos virtuales: pero están en ese. De ahí que las novelas de Cormac Mc Carthy [El pistolero, el apocalíptico y el subversivo] que hablan del “salvaje oeste” sean tan actuales: su violencia atroz y desalmada es la nuestra.
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