Hay quienes piensan que la inmigración de hoy, en España, precipitará mañana nuevas crisis que ya han comenzado a estallar en Alcorcón. Estallidos de violencia suburbana donde se cruzan muchos síntomas de desesperación social.
Crisis incendiarias que ya conocieron Inglaterra en los años 80 y 90 del siglo pasado, y Francia hoy mismo. En París, Le Monde afirma que la inmigración hispanoamericana “está modificando profundamente la sociedad española”. A corto plazo, se alaba su eficacia económica. A medio plazo, se temen estallidos de desesperación social, consecuencia del desarraigo. En esa misma línea, Radio Netherlands estima que ese problema de fondo [Spain’s riots – isolated incident or warning?] “es una pesadilla potencial para los políticos y los nuevos inmigrantes”.
Escila y Caribdis de una metamorfosis del tejido social cuyo alcance y rumbo definitivo se nos escapa.
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