Enric Blanco Alberich, Mary y Evalú.
Le debo a Sergi Doria el descubrimiento y regalo de un libro que es una pequeña joya, iluminando con su fulgor diamantino un personaje novelesco, Enric Blanco, cuyo paralelo no es el de Jack London como han sugerido los colega de La Vanguardia (sorry) si no el mucho más oscuro y olvidado de B. Traven, el autor de una novela memorable, El tesoro de Sierra Madre, igualmente olvidada aunque inmortalizada por el maestro John Huston.