Me llega con mucho retraso el último número de periodistas[fape], la Revista de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España, con este titular de portada: Perdemos credibilidad y prestigio. Prestigio y credibilidad que continuarán cayendo, a la vista del lodazal en el que se instala una profesión incapaz de denunciar el comportamiento odioso si no algo peor de siniestros personajes adulados y temidos por los más altos poderes políticos, en el gobierno y la oposición.
Una profesión incapaz de hacer respetar unos principios deontológicos básicos, incapaz de salir al paso del más pertinaz matonismo, chulesco y peligroso, de la peor especie moral, merece poco respeto y menos credibilidad.
No es un secreto para nadie que, cuando no compran las declaraciones de testigos dispuestos a declarar cualquier cosa, al bajo precio de quien paga, los medios de incomunicación de masas también pueden beneficiarse de filtraciones públicas o privadas, de probos o corruptos funcionarios prestos a vender a cualquier precio la verdad que más convenga a sus benefactores, dispuestos a cualquier cosa para manchar con saña el rostro del adversario.
Cuando dice que la cultura española está controlada y manipulada por «sectas mafiosas», pienso de la violencia narcotrafficante en el pais de México. Hay matazas semanales en el estado de Oaxaca y en las ciudades de Nuevo Laredo y Tijuana. Es un contagio social peligroso. Mafiosos hay ahí, y los verdaderos… Entiendo tambien su critica de la incultura y la basura de masas.
Robert,
Creo que me entiendes bien, en efecto,
Q.-
Si, si… estaba la palabra «mafioso» que me distrajo. Me desvié del tema.