Instantáneas de campaña, by Weegee
Nicolas Sarkozy prometió ahorcar en un garfio de carnicería el cadáver político de quien intentó destruir su matrimonio, haciendo llegar a su esposa fotos y conservaciones íntimas.
En su día, nadie dudó que Sarkozy estaba hablando de Dominique de Villepin, aspirante fallido a la candidatura conservadora a la presidencia de la República: los amigos de Villepin y Chirac sienten hoy la tentación de votar por un centrista conservador (François Bayrou), con el fin de intentar a destruir a un rival temible, víctima de su lenguaje “viril”, por momentos, presto a utilizar el lanzallamas para limpiar la mugre de los suburbios.
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