Hay algo profundamente miserable en esa historia de los Oscar.
Premiar a una obra mediocre, pretenciosa, falsa y de una grandilocuencia de cartón piedra pintarrajeado, como Infiltrados, de Martin Scorsese, en detrimento de Cartas de Iwo Jima, de Clint Eastwood, es algo peor que un error de juicio: es una prueba manifiesta de mal gusto atroz, de una bajeza pavorosa.
Hombre, Quiñonero, de «bajeza pavorosa» es que un Presidente del Gobierno intercambie piropos con el cabecilla de batasuna.Lo de Scorsese puede ser más o menos acertado.
Con todo, no creo que estén premiando «Infiltrados» (que me parece de lo peorcito de Scorsese; esto suele pasar, que gane el premio un director con alguna de sus peores películas: mira Garci), sino a Scorsese mismo, que sin duda merece todos los honores. Es muy significativo que le entregen el premio sus compañeros de generación: Coppola, Lucas y Spielberg; es la generación que salvo el cine, literalmente; y el cine no se salva con documentales de guerra, sino con «Star Wars», «Tiburón», o «el Padrino».
Clint Eastwood es un talento más que reconocido, y seguro que se alegra por Scorsese.
Hay olvidos más graves: mira Mel Gibson.
Los premios, son solo eso: premios.
Lo de imperial, en un palmarés lleno de candidatos de otros países y en diversas lenguas, no se sostiene. Sorry
Un saludo.
Antonio,
Creo que merezco tus amistosos «palmetazos». Lo de «bajeza pavorosa» lo tengo más que merecido. Lo del «imperial» te lo explico: mis títulejos no quedan todo lo claros que yo desearía: fallo mío. No hablo de la República Imperial (RA dixit): me refiero al triunfo océanico-imperial de lo que yo considero «mal gusto». Cuestión harto discutible, claro.
Scorsese merece muchos respetos. Sin duda. Pero no por sus dos o tres últimas cosas: cuyas pretensiones, grandilocuencia e insignificancia saltan a la vita, para mi sensibilidad. Lo de Infiltrados es una cosa tramposa, engañosa y de una mediocridad estética y moral alta. OK con que le den todos los premios. Pero hombre, Mr Eastwood habla de otras cosas… Que la tropa cinematográfica matice sus negocios es de lo más lógico y elemental. ¡¡Tienen todos los periódicos del mundo a su bota..!! A título personal, si deseo recordar que hay otro tipo de valores: el arte de vivir y morir, con gracia y en gracia, es algo que va un poco más allá de lo cinematográfico.
Q.-
PS. «Gracia..», en su acepción más grave, sacra y menos chistosa.