¿Caminamos hacia un “tribalismo a lo marroquí”, como temía don Salvador de Madariaga? ¿Cuál es la mejor manera de aprovechar los recursos hidráulicos de los ríos? ¿Privatización o colectivización étnica, autonómica? ¿A quien corresponde la propiedad de los ríos sin agua..?
La más modesta información no invita a respuestas simples ni simplistas:
El Ebro nace en Cantabria y desemboca en Tarragona, tras atravesar tierras de Haro, Logroño, Zaragoza, etc.
El Tajo nace en Aragón, atraviesa Castilla (leonesa y manchega), Extremadura y Portugal.
El Guadalquivir nace en la sierra de Cazorla, atraviesa toda Andalucía. Su cuenca hidrográfica también comprende comarcas de Murcia, Albacete y Ciudad Real.
El Júcar (Xúquer) nace en Cuenca, atraviesa Albacete y Valencia.
Etc., etc., etc…
Esto es lo que dicen los nuevos estatutos de la gestión de los ríos y los recursos hidráulicos. Evito al apresurado lector las incontables tormentas de granizo y lluvia ácida ideológica, disputándose a pedradas y estacazos las incontables competencias.
Si se reconoce la propiedad publica ya no solo nacional sino universal o al menos continental de los cursos de agua (no solo de los que discurran por varios estados sino tambien los que lo hacen solo por uno de ellos, pues todo esta conectado, por arriba o por el subsuelo), que sin duda seria lo mejor para una gestion optimizada de los mismos (o tambien para ponerlos al servicio de los grandes grupos de presion economica), tambien deberia reconocerse la propiedad global de los yacimientos petroliferos (los USA ya estan en ello), o minerales, lo que dejaria al Tercer Mundo en peor posicion que ahora, pues legitimaria el saqueo ya en marcha y a todo gas.