Francia entierra hoy un ciclo histórico. Mañana comenzará, en verdad, la revolución conservadora iniciada con la elección de Nicolás Sarkozy como presidente de la República. Recuerdo la melancólica ironía de Borges: “… y Bolívar, diciendo palabras sin duda históricas…”
MAYORÍA SOCIAL POR LA(S) RUPTURA(S)
La importancia definitiva del tsunami electoral anunciado para hoy, en Francia, en la segunda y definitiva vuelta de las elecciones legislativas, fijará los contornos de la nueva geografía política nacional: masivamente conservadora, con una minoría socialista en busca de una nueva identidad, cuando un 68 % de los franceses esperan que Nicolas Sarkozy confirme una apertura política que permita la colaboración entre conservadores, centristas y reformistas.
Todo parece indicar que Sarkozy pudiera contar mañana con el grupo parlamentario más grande de la historia de la V República. En 1958, De Gaulle “solo” tenía 206 diputados en una Asamblea Nacional de 579 escaños. En 1968, tras el famoso mes de mayo, De Gaulle consiguió 293 diputados en una Asamblea de 487. Mañana, Sarkozy pudiera tener entre 390 y 420 diputados en una Asamblea de 577. El mejor resultado histórico de la izquierda socialista, el mes de mayo de 1981, “sólo” dio a Mitterrand 285 diputados en una Asamblea de 491.
Esa mayoría parlamentaria excepcional es el fruto final de una callada “revolución conservadora”, que tiene muchos frentes: deseo popular de ruptura con las demagogias, con los socialismos y con el inmovilismo que ha llevado a Francia a una de sus crisis más graves del último medio siglo, tras veintiséis años de mala administración de los negocios públicos, con una pérdida significativa de su influencia en Europa.
Con su programa político y sus promesas de ruptura, Nicolas Sarkozy ha conseguido federar el voto de electores de las más diversas procedencias: desilusionados de la extrema derecha, conservadores inquietos con el declive nacional, conservadores inquietos con los síntomas de “desintegración” de la sociedad francesa, conservadores partidarios de la restauración de los valores tradicionales, conservadores aperturistas al liberalismo cosmopolita, conservadores moderados, centristas conservadores, centristas reformistas, desilusionados de la izquierda reformista…
REVOLUCIÓN CONSERVADORA
Ese arco iris de sensibilidades sociales dará a Sarkozy una mayoría conservadora absoluta. Al mismo tiempo, según los estudios del matutino conservador Le Figaro, un 68 % de los franceses esperan y desean que Sarkozy, confirmada la mayoría parlamentaria, siga gobernando al centro aperturista, confirmando los valores propios, pero abierto al diálogo con los patriotas de distintas sensibilidades.
Se trata de una pacífica, callada e inconfesable “revolución conservadora”, cuando las izquierdas socialistas y comunistas viven la tragedia política del hundimiento doctrinal, el hundimiento de caducas estrategias y el hundimiento mismo de los viejos partidos condenados a la refundación que reclaman sus líderes más eminentes.
El PS y las izquierdas ya sufrieron tres derrotas históricas: en 1968 (tras el fin de las jornadas de mayo), en 1993 (tras el hundimiento del segundo septenio de Mitterrand) y en 2002, cuando el candidato de la extrema derecha, Jean-Marie Le Pen, eliminó al candidato socialista, Lionel Jospin.
El tsumani anunciado del 17-J-2007 pudiera tener el alcance histórico de la derrota fáustica de 1968. Los electores votaron masivamente conservador, tras el espectáculo nacional del mes de mayo del 68. Hoy votarán masivamente conservador para dar el poder, masivamente, a un presidente que ha prometido romper con la herencia socialista (Mitterrand) y con la herencia conservadora (Chirac).
A la izquierda, ecologistas y grupúsculos trostkistas, condenados a la inexistencia parlamentaria, deberán reflexionar sobre las causas de su agonía electoral, como el PCF, hundido en el pozo de la decadencia. Por su parte, el PS no podrá evitar una refundación, huérfano de doctrina, estrategia y aliados.
A la derecha, el voto masivo de hoy va más allá de lo estrictamente electoral. La Francia masivamente conservadora tiene muchos rostros. Conocedor emérito de esa realidad social y cultural profunda, diversa, Sarkozy ha prometido una apertura política de fondo, para poder consumar las reformas, cambios y rupturas prometidas e imprescindibles. Tarea que también tiene mucho de “rompecabezas”. Sarkozy quizá reforme su gobierno, esta misma semana. Y la nueva Asamblea Nacional elegida deberá lanzar una carrera de reformas legislativas en los próximos 50 días, antes de abordar las reformas de mayor calado, a partir del otoño.
- Ipsos, Reuter. Las mayorías parlamentarias de la V República.
Stalker says
Ver el enlace, sobre Sarkozy. Nicolas Sarkozy: un choix d’adhésion.
Abrazos depuis la Zone…
JP Quiñonero says
Mein lieber JA,
Saludos…
Q.-
PS.- Para quienes no lo sepan, Stalker / Juan Asensio, entre otras sabidurías, es uno de los mejores especialistas internacional en George Steiner
maty says
Tiempo atrás, cuando los disturbios, te pregunté si oteabas en el horizonte la «VI República». Dijiste rotundamente que no. Hoy leo a Fábregas:
Nihil Obstat Cap a la reforma de la Cinquena República
Si no sexta, tal vez 5.1 😛
JP Quiñonero says
Maty,
Están totalmente out.
Sarkozy hace unos minutos: V República forever..
Q.-
maty says
LA VANGUARDIA Sarkozy quiere refundar la V República Lluís Uria, 13.07.2007
«El presidente francés no ve a Francia preparada para un régimen presidencialista
No habrá VI República. El alcance de la reforma institucional que quiere promover Nicolas Sarkozy no afectará a los fundamentos del régimen instaurado en 1958 por el general De Gaulle. El presidente francés consideró urgente hacer cambios, pero no ve a Francia preparada para pasar a un régimen presidencialista.
Actualizar, modernizar, adaptar. Nicolas Sarkozy expuso ayer sus ideas para refundar la V República con la determinación de que el equilibrio institucional instaurado por el general De Gaulle permanezca inalterable. La ruptura del nuevo presidente francés se quedará aquí, pues, en una mera revisión, prudente y calculada…»
Pues eso, me reafirmo en lo de ayer: propone la 5.1 República. Aunque, parece, que los cambios, de haberlos, serán poco más que cosméticos, digo. Politiqueo.