Sin prejuzgar el resultado final de las posibles reformas constitucionales sugeridas por Nicolas Sarkozy, todos los proyectos avanzados confirman el deseo de dar a la proyección internacional de la influencia y la fuerza un sólido fundamento nacional, reafirmando todos los pilares fundacionales de la V República.
Como preámbulo a su visita oficial a Ile-Longue, donde se encuentra la base nacional de submarinos nucleares, para reafirmar su determinación al uso del sable nuclear, en caso de “necesidad suprema”, Sarkozy insistió en su visión personal del funcionamiento del Estado: un modelo electoral que permite formar mayorías gubernamentales sólidas, eliminando el chantaje de las minorías; y una apertura política más allá de las fronteras de su propio partido, para tomar decisiones de afectan a la seguridad e integridad nacional, libre de toda hipoteca minoritaria.
Desde la óptica presidencial francesa, los regímenes federalistas y los modelos electorales proporcionales tienen el inconveniente de fragmentar el tejido social, limitar la proyección internacional de la fuerza, y recortar las libertades, dando a las minorías un poder desorbitado contra las mayorías.
Cuando el presidente francés desea consumar una doble ruptura contra los inmovilismos y arcaísmos de izquierda (Mitterrand) y derecha (Chirac), la adaptación del Estado a las nuevas realidades nacionales e internacionales pasa, a su modo de ver, por la introducción de cambios significativos, respetando lo esencial: la apertura política está llamada a integrar a muchas familias políticas y culturales (izquierda reformista, minorías inmigrantes, negras y musulmanas) en una misma ambición nacional; el modelo electoral mayoritario, un nuevo estatuto oficial para la oposición parlamentaria, el diálogo directo entre el presidente, la opinión pública y la Asamblea Nacional, obedecen a la lógica de la doble responsabilidad: el presidente se compromete personalmente, y, a cambio, pide confianza para proponer cambios de fondo, cuyo objetivo final es siempre el mismo, restaurar el puesto de Francia en Europa.
lola says
Gestos (de momento) de gran calado. O eso me parece, con Sarkozy. Ahora mismo leía en prensa que, por primera vez, van a desfilar hoy en París militares de otros países europeos. Y la amenaza nuclear ha sido rotunda. Supongo que es la única manera que tiene Europa de despertar de su agradable y bonachón sueño relativista, pero me da como yu-yu, tot plegat.
Lola
JP Quiñonero says
Lola,
Creo que estamos bastante OK. Mi desconfianza insondable hacia Todos los políticos me incita a «esperar para ver…» La partitura parece potable: a saber como resulta la ejecución…
Q.-
PS. Lo del desfile con otros europeos (¡y hasta marroquíes…!) tiene muchos antecedentes… Legión incluida… ¡hasta Felipe González vino un año! Entre los festejos del día, quizá sea más novedosa una recepción en el ministerio de justicia, con hijos de inmigrantes invitados, cuando el hermano de la ministra tiene antecedentes penales por tráficos de…