Tras el acoso y asalto a la casa de don Ramón Menéndez Pidal, la batalla en defensa del Olivar de Chamartín prosigue su épico combate, que Carles me resume así: “Mientras recibimos mensajes de apoyo de los hispanistas de medio mundo, todos los partidos políticos españoles con representación en el Congreso, y la radio, prensa y televisión -con sus respectivos periodistas y tertulianos- mantienen un clamoroso silencio sobre lo que saben, mientras hablan enardecidos sobre lo que ignoran.”
”Eso sí –continúa Carles-, el ministro C* con un par, le impuso la medalla de Oro del Mérito en el Trabajo a R*, presidente de F*. Porque este gobierno tendrá muchos alifafes; pero el valor de homenajear a quien tendrían que encarcelar no le falta.
Y, mientras, Diego Catalán anda de la ceca a la meca haciendo de jardinero -eso sí, como tiene media docena de by-pass en el corazón no usa la desbrozadora, y limpia el terreno a mano-,y hace de bibliotecario, asistente de los investigadores que acuden al archivo, se va a buscar papelotes en el archivo de Simancas para sus tres libros en gestación, escribe sus romances de la Cuesta del Zarzal como pasatiempo, y, de vez en cuando, hace de animador cultural con este amanuense digital y me zampa una pila de encargos con sus correspondientes explicaciones aclaratorias para que no caiga en el nefasto vicio de la pereza mental. Si se hubiera dedicado al comercio al por mayor y detalle otro gallo le cantaría.
Respecto a éste que lo es, antes de seguir trabajando me voy a preparar ahora mismo unas sardinas arenques aliñadas con tomate rallado, cebolla tierna, aceite y aceitunas negras aprovechando que mi novia está en su pueblo. Ya habrá observado que las atrocidades culinarias españolas requieren llevar vida de anacoretas y tratar a las mujeres a una prudente distancia. El amor por la recia cocina catalana es lo que llevó al maestro Josep Pla a la más recalcitrante soltería. ¿Qué opina usted..?”
Ya se cargaron media finca, supongo que lo que queda le falta poco. Añorare mis paseo cerca del viejo eucaliptus que desbordaba sobre la calle y cuyas hojas refrescaban mis manos al frotarlas.
Panzi,
… que elegancia y finura de espíritu…
Q.-
Es un honor ser su corresponsal en la ilustre batalla del Olivar de Chamartín que nos tiene barba al hombro y con los calderos de aceite y brea preparados para rechazar a los asaltantes.
Panzi: la parte del Olivar donde estaba la casa de Dámaso Alonso y Eulalia Galvarriato fue comprada a sus herederos por la inmobiliaria PROSA (juro que no me lo invento, se llama así) de los García Obregón (sí, la misma). Pero para la parte del Olivar de Chamartín donde se ubican los archivos y la casa de Menéndez Pidal y los de la familia Castillejo hemos conseguido la máxima protección, aunque la familia Castillejo ha hecho alegaciones. Más de mil cartas de los hispanistas de todo el mundo consiguieron parar la construcción de un restaurante tailandés en el Olivar de Chamartin en en año 2005.
El archivo Menéndez Pidal y el olivar seguirán abiertos, disponibles, y en un estado inmejorable para los investigadores de todo el mundo, por mucho que los caseros se empeñen en perder los papeles.
Y, no podrá usar el eucalipto, que no forma parte de la flora autóctona del Olivar de Chamartín; pero podrá usar las hojas de salvia, de cantueso, de jara o del honesto romero para frotarse las manos…
Un abrazo emocionado… qué más da…emocionado, emocionado…
Carles, amanuense digital de guardia en el Olivar de Chamartín
Carles,
Es un honor para la modesta mesnada de este Infierno poder enarbolar sus pendones junto al de tan ilustres caballeros, en tan desigual combate.
Q.-
Me alegro mucho ver recompensado vuestro esfuerzo con la protección del OLIVAR de Chamatín por el Ayuntamiento de Madrid. Si hubiese tenido «espíritu» de constructor y ladrillero especulador, me habria quedado con la caseta del Jardinero para mi solo. En cuanto al Eucaliptus me parece verlo aquí
Panzi,
«Por sus obras los conocereis..»
Q.-
Corresponsalía de guerra del Olivar de Chamartín
A estas alturas estamos desbordados por las cartas, los e.mail y las llamadas de teléfono, y me malicio que lo mismo, con el zafarrancho que hay montado, nuestra Sara Montiel ve la ocasión para marcarse unas exclusivas contando como Ramón Menéndez Pidal también se enamoró de ella y se hizo filólogo y romancero por despecho.
Los filólogos suelen ser longevos y curiosos como ardillas con cualquier noticia que les afecte, y así tenemos una colección de eméritos casi milenarios a los que sus discípulos proveen de las noticias del Olivar de Chamartín en copias impresas. Y alguno ha considerado su deber enviar las cartas de apoyo a los organismos públicos y publicanos, con las direcciones que hemos facilitado. Y sus carta manuscritas, con su sobre y su sello, donde campea la dirección e.mail se las ha devuelto Correos, que cada vez funciona peor. Ahora me toca pasarlas a word y publicarlas en la bitácora, y tienen una letra endiablada.
Los mercaderes tuvieron a bien convocar una reunión a la que el Secretario de la F* llegó con un abogado y un jefe de seguridad, antiguo funcionario de las Fuerzas Armadas, diciendo que eran miembros del patronato de la F* , ofreciendo el oro y el moro a cambio de que la FRMP quitara las denuncias por asalto.
Lo del motín de Esquilache también empezó por una bagatela…
Carles, amanuense digital y cotilla, desde la azotea, oteando.