Felices vacaciones, 38
La Vanguardia / Culturas publica hoy el mejor dossier periodístico que conozco, en castellano, sobre la vida y la obra de un personaje de leyenda, Carl Einstein.
Historiador del arte, novelista, revolucionario (dadaísta, anarquista, etc.), portavoz de la Columna Durruti, judío, suicida, finalmente, sin patria, sin tierra, acorralado por los nazis. Antoni Marí y Xavier Muntanyà reconstruyen muy bien la aventura española de Carl Einstein, y rescatan una entrevista publicada en La Vanguardia, durante la guerra civil.
Hay muchas otras páginas por rescatar. Comenzando por un encuentro que Miguel Sánchez-Ostiz ha sido el único en subrayar: el de Carl Einstein y don Pío Baroja, en París, Baroja, nuevas revelaciones, escándalos.
La Vanguardia / Culturas, 15 agosto 2007. Radical Carl Einstein [ 1 2 3 4 ]
Luis Rivera says
Justo al acabar de leer en La Vanguardia el reportaje, leo tu blog. Tengo la imnpresión de que la generación de intelectuales, judios, gente de acción, comprometidos, que salió de Alemania huyendo del nazismo, fué de un gigantismo y colosalismo tremendo. Y sus destinos variados. Al leer este reportaje sobre Einstein pienso de inmediato en Benjamin, atrapado de otra manera, pero en el mismo Pirineo y con la misma decisión final. Hanna Arendt escribe, no recuerdo donde, que «es apasionante vivir en tiempos de angustia (o difíciles, no se bien) y pienso también que esa apasionamiento viene de no ser el espectador sino actor en un tiempo que además de serlo lo parece, es colectivo.
Ayer escribía un post sobre Chouraki, que no se suicidó afortunadamente. Que lista, que enorme lista de gente que representa la cultura de después. Y aquí si cabe escribir Cultura con mayúsculas. Probablemente tenga el nazismo la responsabilidad final de haber proyectado a esta enorme cantidad de pasión e inteligencia a la Europa que ellos pretendían domar dentro de los estrechos ámbitos de una cultura media y medida.
En cualquier caso, y a la luz de la historia, deberíamos, tal vez no remover, si redibujar a las grandes figuras y a los grandes entierros. ¿Cuanta gente en Barcelona no se quedaraía en casa el día del de Durruti y no pondría la radio?
JP Quiñonero says
Luis,
¡Cuantas y milagrosas coincidencias…!
Lo de Benjamin – Arendt (y sus hombres) – Einstein se inscribe en la misma estela, como tu recuerdas. Los escritos de Baroja en 1938 en París aportan muchas otras huellas… Y el entierro de Durruti… uauuuuuuuuuuuu… sobre eso se me ocurren otro rosario de coincidencias, que apenas comienzan a ir revelándose, enterradas durante tanto tiempo en el pozo negro de esa tumba… ayayayay…
Saludos fuertes,
Q.-