Ningún murciano desterrado como yo se atrevería a llamar “pazguatos” y “resentidos” a los “patriólogos” catalanes, como hoy hace Baltasar Porcel.
Siendo Baltasar el escritor catalán más importante de nuestro tiempo (sistemáticamente silenciado en Madrid, desde siempre), embarcado desde hace décadas en la aventura de la construcción de Cataluña, me parece muy sintomático su análisis darwinista de una cierta mediocridad catalana, disfrazada con banderas patrióticas, enfrentadas y resentidas con otras familias de la “patriología” local.
La Vanguardia, 7 septiembre 2007
Lagartos y españoles
BALTASAR PORCEL
Espantosos han sido algunos tramos de este verano, pues han coincidido en ellos los caos en el aeropuerto, averías en los trenes de cercanías, colapsos en las autopistas, la expandida degradación de las calles de Barcelona en seguridad, cochambre y drogadicción, la falta de médicos en los hospitales, sin duda el estallido de la red eléctrica, el AVE que no llega o llegará mal, el temporal aislando Baleares… Pero más aún espanta que los presuntos responsables, y los millones de damnificados, culpen sentenciosos o rabiosos de todo ello casi sólo a España, al Gobierno, a Madrid.
Y no digo que no existan la maldad política ni la contumacia depredadora, pero escribo algunos nombres en cursiva para indicar que ahí hay gato encerrado. O sea, que en España y hasta en Madrid sin cursiva, estamos también Catalunya y los catalanes. Y no sólo como meros pacientes, sino también como agentes en los campos económico, empresarial, cultural, y desde luego político, pues sostenemos habitualmente gobiernos locales y nacionales, imposibles de desligar de dicho Madrid. Luego, ¿la maldad y listeza españolas son tan enormes que, como hace Drácula, con sólo mirarnos ya nos dejan tiesos? Porque o esto resulta absurdo o algo serio nos ocurre a nosotros si, siendo tantos y de tanta pretendida entidad, resultamos incapaces de alcanzar algo de poder y de inteligencia operativa, asentándonos en la sola incapacidad como respuesta. ¿O sólo acertamos a vivir esta colectividad estatal e histórica en plan de pazguatos, paganos y resentidos?
¿No tendríamos que hacérnoslo mirar? Pero no por politólogos, sociólogos o patriólogos, sino por científicos darwinistas. Darwin ha sido el genio moderno que más y con más acierto ha estudiado el mundo real y complejo en y con sus dispositivos, entendiéndolo como una unidad de diversidades en movimiento. Así, supo que no existe ningún plan general previo y dirigido sobre el acontecer del planeta en su multiplicidad, sino que evolucionamos según nuestra naturaleza y circunstancias, ejercitándose en consecuencia una selección natural de creciente entidad.
Pero aplicada esta metodología en Catalunya, se detecta una situación inversa, pues revela la convicción en una voluntad divina, previa e hispana, mientras nuestra naturaleza en lugar de potenciar lo mejor en obras y dirigentes, se decanta por lo menos rentable y los más inertes. O sea, que los lagartos de las islas Galápagos y los españoles y españoles, para seguir con la pauta darwinista, son más eficaces. Y Darwin no es un fracasado mecanicista cual Marx ni un envidiable impetuoso como Nietzsche, sino el genio de las certezas que decimos.
PS. Las negritas son mías.
Es que es así, no hay más. Se cae por su propio peso. El enfado de la gente un poco honesta intelectualmente es enorme, JP. Enorme. Y traerá consecuencias. No sé cuáles, pero consecuencias negativas para Catalunya (o su proyecto, que, bien mirado no es lo mismo, y, a lo mejor, se excluyen, según qué proyecto de Catalunya y Catalunya misma).
Lola
Lola,
Tengo exactamente la misma impresión. A más griterío, a más cosa grupuscular, a más «patriólogos», más enfado o desencanto del personal. También yo pienso en las consecuencias: agravación del desencanto…
Q.-
Pero, Lola, estando de acuerdo contigo y con Q, al cien por cien, hay que reconocer que la mirada que pensamos lúcida (la nuestra, que no quiere decir que sea la misma en todos sus componentes y variables) es minoritaria y no puede compararse al sentimiento emocionado de pertenecer a una nación en marcha, superior a las demás (a parte de las demás). La emoción se conmvierte en razón y nosotros en mentecatos.
De… La Constitución de la democracia deliberativa, Dr carlos Santiago Nino
Pero, Luis, estando de acuerdo contigo y con Lola y con Q….hay que reconocer…
…que el ideal democrático lo mismo en la Antigüedad que en la época moderna y contemporánea, reposa sobre el debate y no sobre la estadística, sobre el intercambio de la razón y no sobre la opinión dominante. En principio, las decisiones deberían tomarse después de un debate racional. Pero, en el funcionamiento actual, para ventaja del mercado, el debate está reducido al manejo de la opinión y de la estadística. El debate público está como… minado desde su interior por la técnica publicitaria.
Luis, EM,
Bueno… yo no tiraría la toalla tan rápidamente.
Que la gente tenga la fe y la opinión que considere oportuna, me parece francamente bien. En el caso que nos ocupa, hay un ligero problema: en el caso catalán, como tú mismo has recordado, Luis, muchas veces, hay tres o cuatro familias políticamente organizadas y más o menos enfrentadas sobre las ideas concretas que cada una de ellas tiene sobre el futuro de Cataluña.
Que esta o aquella familia cívica o política se considere superior, oprimida o llamada a un futuro excepcional, es una cuestión que ellos mismos pueden interpretar como quieran, siempre que no se interfieran en la libertad de terceros de pensar de otra manera. Israel no existiría sin esa fe mesiánica: Porcel describe una realidad catalana de muy otra índole.
En el terreno concreto, la fragmentación de las familias nacionalistas vascas y catalanas es una realidad de nuevo cuño (que enlanza con realidades pasadas), de consecuencias imprevisibles. Los resultados del referéndum del mes de junio del 2006 dejaron al descubierto una Cataluña moral, cívica y políticamente invertebrada: las cifras son sencillamente incuestionables. [Cataluña invertebrada] ¿Daría un resultado mucho más vertebrado un referéndum pidiendo la independencia? Y, antes de llegar a convocar tal consulta hipotética, ¿serían capaces las familias nacionalistas catalanas de proponer algo vagamente en común y vagamente realista?…
De ahí la amarga constatación de Porcel.
El resto es algarabía cainita (entre catalanes). “Patriología” de opereta, sainete o esperpento, cuyas raíces están muy bien descritas por Josep Pla: Josep Pla y el nido de reptiles catalanes,
Q.-
PS. El catalán, víctima de censores ex frailunos y burócratas camaleónicos.
Amigos, os paso una cita de Arendt, de una carta-réplica a Scholem, sobre fe, patriotismo y fe perdida y patriotismo absurdo:
«Déjeme referirme a una conversación que mantuve en Israel con una personalidad política prominente (se sabe que habla de Golda Meir, nada menos), quien defendía la no separación de la religión y el Estado en Israel, cosa para mí desastrosa. Lo que dijo era más o menos lo siguiente: «Usted entenderá que, siendo yo socialista, naturalmente no creo en Dios. Creo en el pueblo judío». A mí estas palabras me parecieron escandalosas y tan absorta me dejaron que me quedé sin respuesta. Pero habría podido responderle: la grandeza de este pueblo brilló en una época en que creía en Dios, y creía en Él de tal manera, que su amor y su confianza hacia Él eran mayores que su temor. ¿Y ahora este pueblo sólo cree en sí mismo? ¿Qué bien puede derivarse de ello? Pues bien, en este sentido, no «amo» a los judíos, ni «creo» en ellos. Sencillamente, pertenezco a ellos como cuestión de hecho, más allá de toda disputa y de todo razonamiento».
Si en donde pone «judío», pongo «catalán», me muero de risa y de pena. Porque no hay nadie más descreído, profundamente descreído, que el «catalanet» de hoy en día, perfectamente instalado en el sistema (por decirlo rápido), sin empuje para arriesgar nada. Y me pregunto: «¿Y entonces a qué viene tanta algarabía?» Qué pesadez.
Lola
… uauuuu, Lola, que cita de mis amadísimos HA y GS… En el caso de Scholem, está poco claro en lo que creía o podía creer… analiza las cosas de la religión (judía) con una precisión y una maestría que le envidiaban los rabinos más eméritos… pero es en sus páginas sobre el mesianismo donde la cosa se complica… los judíos (incluso ateos o agnósticos de judaísmo, ¿? ¡!!!) pueden estar iluminados por una fe que para sí quisieran muchos creyentes… fe (agnóstica, ¿? ¡!!!) que no termino de percibir en los dirigentes de ERC, cuyo lenguaje rústico está muy lejos de la Altísima Palabra de Scholem y otros judíos de su estirpe: pienso en WBenjamin y RAron, por supuesto,
Q.-