He vuelto en muchas ocasiones a esta frase: “En lisant les journaux, je ne puis m’empêcher de penser à Margot l’enragée, la Dulle Griet de Brueghel”. Me emociona y entristece volverla a leer en la primera edición del diario de su autor, que ayer compré, por azar, al precio irrisorio de un euro, en un mercadillo de la plaza de Maubert Mutualité.
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Se trata de la anotación del 24 de julio de 1936 en el Journal de Julien Green, refiriéndose a la guerra civil española, tan actual.
Luis Rivera says
Lo que flota en el aire no es sino trasladar la pugna nacionalista a una casa común y resolver las diferencias en el seno de una identidad comun nacionalista, independiente de la ´tendencia o práctica política de cada integrante. Hay se propone la quiebra social y se perfila claramente el concepto cainita que tú, Q, sacas siempre a primer plano. ¿Es moralmente lícito cambiar los ejes de la lectura política para ahondar en un solo factor de división, más definido, claro y enfrentador, que los de la política práctica?
JP Quiñonero says
Luis,
Honradamente, No sé qué responder. Soy radicalmene agnóstico en el terreno político e ideológico. Me limito a mirar e intentar comprender: y no termino de comprender gran cosa. Los movimientos mecánicos y políticos creo que saltan a la vista. Pero me siento incapaz de «dar doctrina». De ahí me tendencia a contemplar el espectáculo desde una óptica más o menos «bíblica». En este caso, la señora de Brueghel quizá vaya mucho más allá de las estrictas fronteras cainitas, claro,
Q.-
Luis Rivera says
Lo siento, Q, pero inadvertidamente he situado este comentario en lugar que no le corresponde, aunque bien mirado tampoco queda fuera de contexto.
Naturalmente que solo soy un mirón y no publico ninguna preferencia. Si no sé lo que es mejor para mi, ¿cómo voy a saber lo que es mejor para un país? Porque soy parcial me declaro absolutamente imparcial. Ese es el objetivo del bosque, el alejamiento.
JP Quiñonero says
Luis,
Faltaba más… la cosa también encaja con esta negra historia, claro.
Tu bosque es más bien una emboscadura…
Q.-
Carles says
Aún no sé si toda esta agitación es la proyección magnificada de los problemas con las lindes, que en la España profunda ha dado miles de crónicas de sucesos, de enfrentamientos ante los tribunales, y de odios entre vecinos, que se heredan hasta la cuarta generación, o si será la consecuencia irracional de todos esos petits cons qui sont nés quelque part
De lo que sí estoy seguro es que nuestros políticos son la consecuencia lógica de esas manifestaciones de la mugre moral.
Me has recordado que debo leer de verdad a Julien Green, que una y otra vez he dejado de lado.
Un abrazo
JP Quiñonero says
Carles,
Ayer encontré dos primeras ediciones de dos de los primeros volúmenes del Diario. Y vuelto a leer a las primeras anotaciones del primer volumen (1928). ¡Lo he dejado todo para seguir leyendo y volviendo a leer…!
¡Qué elegancia de estilo! Yo lo tengo en mi panteón personal entre los más grandes…
Q.-
Luis Rivera says
Leo a Carles y creo que es, en efecto, una reducción desde la más simple confrontación entre vecinos hasta el enorme abismo nacional. Tanta razón tiene que descorazona, porque parece que la vendeta toma el lugar de la razón.
Luis Rivera says
Por cierto: nada que añadir a lo que decís de Lulien Green. Tantos maestros…