Ayer, soldados españoles fueron asesinados en el sur del Líbano por un grupúsculo terrorista que actúa al servicio de una potencia apoyada calurosamente por el gobierno de España. Hoy, Miguel Ángel Moratinos vuelve a dar la impresión que diplomacia gubernamental ofrece una cierta cobertura a otras o las mismas bandas de asesinos.

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El pasado día 8, en Viana do Castelo (Portugal), el ministro de Asuntos Exteriores propuso a sus homólogos europeos que la UE envíe una “misión de control” a Siria para prestar asistencia técnica y personal a su Gobierno para el control de la frontera con Líbano, precisamente la zona donde están destacados los soldados españoles que forman parte de la Fuerza Interina de la ONU en el Líbano (FINUL). [Europa Press, España propone a la UE el envío de personal y medios para ayudar a Siria a controlar su frontera con Líbano]

Hoy, en Beirut, el Daily Star destaca esta declaración de Emile Abou Hamad: “Syria is back and is killing off more of our anti-Syrian politicians!” [DS, MP Antoine Ghanem assassinated. At least seven others killed, 56 wounded as ruling coalition fingers damascus]

En verdad, en el Líbano nadie duda que Siria utiliza el crimen político con fines terroristas. L’Orient Le Jour, recuerda: “Antoine Ghanem est la dixième personnalité s’opposant à la Syrie à être la cible d’un attentat, depuis l’explosion qui avait touché le 1er octobre 2004 le ministre Marwan Hamadé”. [Le député Antoine Ghanem assassiné dans un attentat à la voiture piégée à Sin el-Fil].

En Londres, la influyente BBC toma nota de la condena mundial, subrayando: “Siniora declaró a la agencia de noticias AFP que la muerte del parlamentario era “un claro mensaje para silenciar las voces de libertad e independencia”. Mientras, otros políticos del país implicaron rápidamente a Damasco”. [Líbano- ataque: condena mundial].

● Los soldados españoles asesinados por terroristas protegidos por un país amigo.
● Cogidos en una trampa atroz.