Imprescindibles para sobrevivir
El maestro George Steiner ha recordado en muchas ocasiones que la Alta cultura ha sido compatible con los crímenes más atroces, evocando el tema clásico del nazi amante de la gran música alemana. Lenin, por el contrario, temía el carácter revolucionario de la Appassionata de Beethoven [V. Un arte de vivir con gracia y en gracia]. Temo que la proliferación de un lenguaje bajo y sucio en los medios de incomunicación de masas nos esté anunciando tormentas de odio y maldad.
[ .. ]
De ahí mi emoción profunda leyendo y volviendo a leer Casi unas memorias (Península) de Dionisio Ridruejo, compiladas con pulcra erudición por Jordi Amat, que ya escribió un libro indispensable para intentar comprender algo sobre los diálogos no siempre fallidos entre castellanos y catalanes. Ahondando en el rescate en curso de la figura de Ridruejo, estas Casi memorias también son una obra mayor de alta prosa castellana -tan alejada de los fantasmas “fascistas” que pesan sobre la memoria de su autor- cuyas raíces se pierden en la tradición más noble, la del Canciller López de Ayala.
Para mi sensibilidad, la prosa última de Ridruejo habla del proyecto juanramoniano de la imprescindible reconstrucción pendiente de una “arquitectura moral y espiritual”, cuando la marea negra del lenguaje hampesco que prolifera en distintas lenguas españolas me habla (horrorizándome) de las sucias manchas de la podredumbre desalmada creciendo a través de las industrias de la incultura.
Deja una respuesta