Felip Puig, secretario general adjunto de Convergència Democràtica, matiza el proyecto político de CDC, que no sé si pudiera calificarse de “monárquico – republicano – ¿nacionalista? ¿soberanista?”…
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Fue Jordi Pujol quien conceptualizó de manera quizá definitiva tal proyecto político, cuya raíz última (en la teoría política pujoliana) es el Imperio carolingio.
Entrevistado por Jordi Barbeta y Neus Contreras en La Vanguardia (14 octubre 2007), Puig se expresa de este modo:
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¿Pero usted es monárquico o republicano?
A partir de mis valores republicanos, deseo que el papel de arbitraje y mediación que la monarquía debe desempeñar en el nuevo Estado plurinacional y en un modelo más confederal perviva frente al riesgo de un presidente republicano del PP o del PSOE.
¿Está diciendo que es republicano pero que a Catalunya lo que le conviene es la monarquía?
Sí, sí. España y Catalunya necesitan un árbitro neutral que no tome parte y garantice el respeto a lo plurinacional, como en Bélgica o el Reino Unido.
Confirma pues que CDC se ha desplazado hacia el soberanismo. Pujol no vivía con tanta incomodidad la referencia española.
Pujol tuvo que asumir hipotecas que hoy, afortunadamente, están amortizadas. El catalanismo también tenía como objetivo modernizar España, y eso ya se ha conseguido. No en el ámbito intelectual, pero sí en las estructuras institucionales, sociales, económicas, europeas… Ahora, la nueva generación, como admite el propio Pujol, está obligada por convicción a reorientar el otro gran objetivo del catalanismo, que es avanzar en el autogobierno hacia la soberanía.
¿Próxima estación?
Empezamos a navegar en una segunda 150 años de historia y no se liquida en dos semanas.
Pero ha dicho que el catalanismo ya no lidera Catalunya.
Cierto. Por primera vez en la historia democrática del país, el catalanismo no lidera políticamente Catalunya. Y así nos va. Pero eso no es fruto de la voluntad de los catalanes, porque existe todavía una mayoría catalanista en el Parlament y en la sociedad, sino de que la actual dirección de Esquerra Republicana ha preferido, por intereses, legítimos, de partido cambiar de prioridad y apoyar a un presidente claramente españolista como José Montilla. [ .. ]
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Bastante antes de leer la entrevista de Felip Puig en La Vanguardia, había intentado, por mi parte, centrar el debate puramente conceptual, sin entrar en el incendio político inmediato, en el hilo de una entrada titulada Crisis del modelo institucional de España, de este modo:
Amigos varios,
Como aquí o allá hacéis alusión a Q. o JP. (tanto monta, monta tanto, en efecto) entraré de puntillas en esta historia. No para dar mi opinión (que no la tengo), si no para intentar centrar el problema de fondo:
1 Ni Falange ni derechas ultras o extremas han sido nunca o casi nunca monárquicas. Bien al contrario. En la inmediata posguerra, incluso hubo monárquicos que pasaron algún tiempo en la cárcel. Que los herederos de tales corrientes de pensamiento sean poco o nada monárquicos NO es nada nuevo. El Arriba falangista hacía chistes de mucho peor gusto que El Jueves.
2 Entre los republicanos hubo de todo: republicanos muy monárquicos (como Miguel Maura), republicanos moderadamente monárquicos (Madariaga), republicanos de ERC que se pasaron a la monarquía (como Josep María Massip, que fue diputado y director del periódico oficial de ERC, antes de ser corresponsal de ABC en Washington), republicanos y socialistas que colaboraron activamente con don Juan (como eminentes dirigentes del PSOE), y republicanos hostiles a la monarquía, que no sé si eran y son minoritarios. Incluso había y hay personajes que dicen defender la monarquía y le hacen mucho daño con su comportamiento: los jueces que actúan de esta o aquella manera.
3 Entre las fuerzas políticas hoy presentes en España, el presidente de la Generalitat, el PSOE y el PP creo que ya han dicho ellos lo que ellos piensan. Me resultan mucho más estrafalarias y esquizofrénicas las posturas de otras fuerzas políticas, evidentemente respetables:
3a En términos puramente institucionales, no veo en que fuerzas políticas o sociales piensa apoyarse un independentista catalán para defender la independencia de Cataluña.
3b La proclamación de una república catalana socialista independiente parece un título sacado de una historia de Mortadelo y Filemón, dicho sea con mucho respeto para Mortadelo.
3c La proclamación de una Cataluña más o menos soberana (¡¡¡LA SOBERANÍA MONETARIA Y MILITAR DE TODOS LOS ESTADOS EUROPEOS ES HOY COSA MUY DISCUTIBLE Y POCO MÁS QUE VIRTUAL, VÍCTIMAS DEL EURO Y LAS NUEVAS ARMAS DE DESTRUCCIÓN!!!), en una España confederal, quizá no sea un proyecto para mañana, pero sería perfectamente viable, si la relación de fuerzas la hacía creíble, mañana o pasado mañana. Y una Cataluña autárquica en su “soberanía” sería algo así como un suicidio impensable incluso conceptualmente. LOS ÚNICOS DISCURSOS POLÍTICOS INSTITUCIONALES QUE DEJAN ABIERTA ESA PUERTA MÁS O MENOS CONFEDERAL SON LOS DISCURSOS DEL REY Y SU HIJO ¡¡¡DESDE HACE MUCHOS AÑOS!!!… Ni el PSOE ni el PP tienen doctrina política al respecto. Se mueven en el empirismo más o menos sonámbulo. Si tiene doctrina confederal Jordi Pujol: su modelo último era el de la monarquía carolingia, antecedente imperial del difunto eje franco-alemán. Una monarquía constitucional, convertida en Estado más o menos confederal es una posibilidad no digo que muy realista, para mañana, pero si es discutible y defendible sin sacar demasiado los pies del plano institucional. AMas está destruyendo minuciosamente la herencia pujolista, víctima de su fragilidad intelectual y su falta de liderazgo.
3d La posible metamorfosis institucional de España, a través de la metamorfosis del Estado (la creación, de hecho, de un Estado confederal: cosa que no es para mañana), pasa hoy por hoy por la defensa de la monarquía constitucional.
3e Los ataques del PNV y ERC contra el Rey tienen tres consecuencias: Primero, acentúan el aislamiento nacionalista. Segundo, tiran piedras contra el mismo tejado nacionalista, creando nuevas divisiones. Tercero, dejan al descubierto un temible vacío conceptual y cultural.
Last but no least: NI ENTRO NI SALGO EN TODO ESE ROSARIO DE PROBLEMAS, QUE ME LIMITO A CENTRAR EN EL TERRENO DE LA PRÁCTICA POLÍTICA, LIBERANDO EL ANÁLISIS CONCEPTUAL DE LA BASURA IDEOLÓGICA. En este terreno, las opiniones personales me parecen respetables e insignificantes. Cabe, eso si, la discusión de incontables matices de fondo y forma. La basura ideológica atiza pasiones, siembra el odio y la desilusión, el desencanto,
Q.-
PS. La emergencia de nuevas fuerzas ¿minoriarias? ¿políticas? ¿sociales? ¿culturales?, partidarias de la unidad NO confederal del Estado (agrupando a los partidarios de un modelo propio de patriotismo NO confederal) parecen poner en evidencia la inquietud que suscitan las llamaradas independentistas, que cada cual es muy libre de interpretar, justificar o rechazar como lo considere oportuno, claro está.
Luis Rivera says
Amigo Quiñonero:
Comparto la totalidad de tu análisis.