Metro, línea 4, Porte Clingnancourt – Porte Orleáns, 12 de la mañana. Foto JPQ
En bastante medida, dos medidas emblemáticas de gobiernos socialistas han contribuido a debilitar la movilización sindical en su prueba de fuerza parcialmente fallida contra el gobierno de Nicolas Sarkozy.
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De entrada, las informaciones de la prensa parisina:
Yahoo, el hilo de la huelga, Mouvements sociaux.
Liberation, Grève: un «succès» pour les syndicats, le gouvernement «serein».
L’Express, Les Français et la grève: les sondages s’emmêlent.
Le Parisien, Le PS peine à garder ses adhérents.
Algunas impresiones personales, a vuela pluma:
Christophe Barbier, director de L’Express, comenta: “La semana laboral de 35 horas ha jugado una mala pasada a los sindicatos. Muchos militantes prefirieron hacer puente y no participar en las manifestaciones. Los sindicatos han sido víctimas de una medida emblemática de un gobierno de izquierdas”.
Muriel C*, peluquera, me comentaba a primera hora de la tarde: “En mi barrio, la gente joven tomamos todos la misma decisión: ir a trabajar, gracias a las bicicletas de alquiler de la alcaldía de París. Ayer noche vi a dos tipos de la CGT que cerraban la puerta del metro de mi barrio, con cadenas. Para mi, como si se operan: he alquilado una bicicleta. Y punto”.
Hacia el medio día, en el corazón de París, en la estación de metro de Saint-Michel, una de las de mayor tráfico, los trenes circulaban casi normalmente, cada quince minutos.
Desde las nueve de la mañana hasta la caída de la tarde, las grandes avenidas y bulevares, St. Germain, Montparnasse, Montmartre, Rivoli, ofrecían un espectáculo primaveral: menos automóviles de lo normal, pero una cantidad espectacular de bicicletas, que fueron las grandes protagonistas de la jornada de huelga.
A primera hora de la tarde, a las puertas del Liceo Fenelon, en el corazón del Barrio Latino, uno de los centros históricos de todo tipo de contestaciones, los estudiantes estaban francamente poco interesados en la jornada de huelga. “En mi clase, me comentaba Elodie C*, 18 años, no ha faltado ningún profesor. Y todos son de izquierdas. Y nadie ha hecho comentarios contra Sarkozy. Entre los estudiantes, la cosa de los ferroviarios se ve un poco arcaica”.
A la caída de la tarde, LCI, cadena tv de información permanente, y RTL, primera cadena de radio, privada, dieron la palabra a muchos trabajadores que viven en las afueras. Una mayoría significativa protestaban contra una huelga que consideraban “injustificada”. Otros, decían comprender la huelga, tomando los problemas de transporte como un “mal menor y pasajero”.
No se han observado paros llamativos y solidarios en ninguna administración pública. Por el contrario, el efecto 35 horas y el alquiler de bicicletas se perciben espectaculares. Nicolas T*, 35 años, propietario de una tienda de venta y reparaciones de bicicletas me comentaba, cuando caía la noche: “Las huelgas de 1995 me permitieron sacar adelante mi negocio. Hoy, las bicicletas alquiladas de la alcaldía me quitan mucho negocio, pero me traen a otro tipo de clientes: muchas señoras y señoritas tienen problemas y aquí estoy yo para resolverlos”.
Q, decía brillantemente Simone Signoret que «la nostalgia ya no es lo que era» Y es aplicable a todo en este mundo de ciudadanos cansados de tener que sacar las castañas del fuego a los políticos. Jean Charle E…, un compañero mío de trabajo de hace años en París, me escribía ayer en un correo que el comentario en su Agencia, entre trabajadores de una medía de poco menos de 30 años, era que ir a la huelga era dar un voto de confianza a los socialistas que no se merecía. Curiosamente, me dice Jean Charles, su grupo de trabajadores vota mayoritariamente socialista.
Es solo un comentario, pero se aviene a lo que leo en los periódicos. Probablemente motive más hablar de las aventuras de alcoba del señor y la señora presidentes. ¿Será este divorcio una medida para romper la huelga?
Luis,
Bueno… 300.000 manifestantes contra Sarkozy, según la CGT, en toda Francia (150.000 según el ministerio del interior), me parece una cifra irrisoria. Si el conflicto se complicase, la cosa podría tomar un rumbo muy distinto. Pero lo de ayer fue un fracaso relativo para los sindicatos de las empresas públicas de transportes, que solo representan a ese gremio… Hay muchos otros gremios..
Liberation se pregunta esta mañana si los socialistas franceses conseguirán llegar a existir con una crisis así. Vaya usted a saber,
Q.-
Uyyyyyyyyyyyy, demasiado talante veran algunos por aqui… 😛
La verdad es que, si lo del 95 fue tan grave para el gobierno, me sorprenderia que el gobierno no hubiera evaluado las consecuencias de las medidas antes de anunciarlas. Sera interesante ver la reaccion del resto del personal si se alargan las huelgas…