JR, Madrid, 1986, serie Boxeo.
Miro y vuelvo a mirar las fotos de Juantxu Rodríguez. Y siento una amargura solitaria, ante la obscena explotación cínica de la que fue objeto, en vida. Y de la que sigue siendo objeto, ya muerto, en trágicas condiciones, utilizadas como cebo.
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El volumen consagrado a Juantxu Rodríguez por la magnífica colección PHotoBolsillo de La Fábrica está prologado con mucha emoción contenida y sentido crítico por su amigo Carlos de Andrés, que describe por lo menudo los mecanismos prácticos de tal explotación interesada, tan próxima a la profanación de la memoria.
Me detengo, nada al azar, en la serie Boxeo, Madrid, 1986. Y el trabajo, la obra, la leyenda y la memoria de Juantxu Rodríguez se me antojan muy próximas a las de esos adolescentes cuya silueta él inmortaliza con tanta precisión épica, sin la amargura dramática de Fat City (John Huston). Queda de aquellos combates la leyenda de una lucha desigual y la figura áurea de los jóvenes que sueñan con la gloria, prestos a pagar el precio más alto (la muerte, en primera línea de tiro, en el caso de Juantxu) por alcanzar las lejanas estrellas de una oscura bóveda celeste que ellos iluminan, sin saberlo.
- Fotografía, en este Infierno.
Te las pintas solo Quiñonero con estas historias tirando a líricas, o así.
Ver la fotografía de Juantxu es mirar dentro de él, sin ninguna duda ese muchacho lo que hacia le gustaba y lo hacia de verdad, se colocaba delante de la escena con la superioridad del observador que no puede ser visto y retrataba la esena con toda su frescura y naturalidad, me gusta este tipo de fotografia y se agradece que se hable de fotografos como Juantxu.
Un valiente de la camara,con un ojo
y una punteria digna de admirar,un caballero para atravesar humbrales oscuros y peligrosos,intuitivo, con un carisma que pocos tenian y tienen caballero un terreno por eso cayó como cayó…Hecho de menos su amistad y sus trabajos entre otras muchas cosas entre las que se incluyen su humildad,que le hacian ser un tio grande donde los halla.