Misteriosa e inquietante coincidencia: tres días antes que se cumpla el ciento cincuenta aniversario del nacimiento de Joseph Conrad, un desconocido encarna la más actual de sus profecías…

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Dostoievski describió con precisión bíblica, en Los endemoniados, la maldición del Terror / Terrorismo contemporáneo: “He pensado que algún día me llevarías a un lugar habitado por una araña del tamaño de un hombre y que pasaríamos toda la vida mirándola, aterrados.” [Dostoievski en Madrid, Euskadi y Bagdad, hoy].

Conrad es el primero en describir la profecía que hoy encarna el hombre / bomba, sembrando el Terror en una ciudad de provincias. Ayer, en Bagdad. Hoy, en una oficina electoral de Hillary Clinton. Mañana en Beirut. El agente secreto de Conrad describe esa realidad infernal:

“Y el incorruptible Profesor caminaba, también, apartando sus ojos de la odiosa multitud de la humanidad. Él no tenía futuro; pero lo despreciaba. Él era la fuerza. Sus pensamientos acariciaban imágenes de ruina y destrucción. Caminó frágil, insignificante, andrajoso; miserable y terrible en la simplicidad de su idea que convocaba a la locura y la desesperación para regenerar el mundo. Nadie lo miraba. Y avanzó insospechado y mortífero, como una peste en las calles llenas de hombres”.

● Dostoievski, Jünger, Bernanos, Mauriac, el Terrorista y nosotros.