“… en las costas del Mediterráneo español se han dilapidado, en apenas treinta años [las negritas son mías], las riquezas de uno de los patrimonios naturales más valiosos de Europa”.
[ .. ]
“Los europeos siguen comprando allí”, afirma / inquiere Lluís Amiguet. Y Andrew Williams responde: “Ya solo las clases medias – bajas. Los más cultos y ricos ya no invierten en la costa española, porque son conscientes de su ruina ecológica y cultural” [La Vanguardia, 22 ene. 08, La costa española es un modelo de desastre urbanístico].
Es muy probable que los gobiernos del general Franco echasen los cimientos de tal catástrofe saturnal, pero quienes gobernaron España, durante los últimos treinta años, fueron UCD (1977 – 1982), PSOE (1982 – 1996 y 2004 – ¿?) y PP (1996 – 2004).
Borgia says
La caradura y la impostación son, en este terreno que pisas, caracteres permanentes. No sé si ya se ha convertido en susceptibilidad, pero me ofende la desvergüenza con que la llamada «Izquierda» pontifica sobre el escándalo inmobiliario sin haber nunca movido un dedo para cambiar una situaciuón en la que -como en general la clase política en sí- encuentra beneficios pecuniarios netos. Está claro que, como tantos otros problemas, la especulación sólo es instrumento a utilizar contra la satánica «derecha», no problema a resolver por sí mismo.
JP Quiñonero says
Borgia,
De entrada, la evidencia: Mi Ignorancia es Absoluta y Total en cuestiones de economía inmobiliaria y urbanística.
En el terreno de los principios… Para mi sensibilidad, la honradez y la responsabilidad son cosas difíciles de medir más allá de la persona, el individuo… las defensas o acusaciones colectivas, en ese terreno, suelen caer con alguna frecuencia en el más interesado comportamiento policial, si no algo peor. Los juicios “colectivos”, presuntamente éticos o morales, a geometría variable, se me antojan una forma desalmada de corrupción de la vida cívica, justamente,
Q.-
Borgia says
Yo creo más bien en que -si de hablar del mundo es de lo que se trata- no podemos aventurar descripciones sobre la realidad sino introducimos en ellas referencia al comportamiento de sistemas en cuanto tales; es decir, describir un sistema en relación al comportamiento separado de sus elementos integrantes es renunciar a comprenderlo en aquello que lo convierte en un sistema. Como afirmaba Aristóteles o Hegel, un todo no se reduca a la suma de las partes. Existen propiedades del sistema que desbordan las propiedades resultantes de los elementos. En tanto pertenecen a sistemas, los individuos humanos se integran en realidades que no pueden explicarse desde el liso juicio acerca del individuo. Por supuesto que la generalización implica un riesgo, y además un error seguro, pero ello no quiere decir que debamos conformarnos con la estéril contemplación del solo individuo desgajado del sistema en el que se integra. Por ello, y para terminar, creo que hablar de colectividades es lícito (lo que no quiere decir que no exista el error, sino todo lo contrario: que existe tanto como en cualquier otro ámbito) siempre que seamos capaces de identificar las regularidades que conforman algo como un sistema reconocible. De este tipo de realidades es de las que hablaba cuando ma refería a eso que llamamos «izquierda»: un sistema de pensamiento – intelectual, afectivo y político – reconocible por aglutinarse en torno a rasgos definidos y definibles, entre los que se cuentan la decisión – generalmente implícita- de hacer primar la asumida maldad moral de «la derecha» sobre la consideración y la búsqueda de lo verdadero. Por eso, generalmente, cuando «la derecha» hace algo «mal» se señala que es malo por ser derechas, e incluso por ser el actor de derechas más que la cosa misma. Si lo hace alguien de «izquiuerdas» el hecho misma pierde su carga moral negativa y se ve transfigurado por la condición de quien lo hace. Esto no quiere decir, por supuesto, que no podamos señalar también rasgos homogéneos en aquellos que se identifican como de «derechas», lo que nos advierte, quizás, de la inutilidad y perjuicio que obtenemos de categorías políticas que, hoy por hoy, confunden el campo de lo político más que mostrarlo. Un saludo.
JP Quiñonero says
Borgia,
Jo, te pones en un plan… muy groseramente,
a). La gente de “izquierdas” es proclive a dar lecciones de moral, sobre todo lo divino y humano.
b). La gente de “derechas” suele se representada como la encarnación de todos los males habidos y por haber, evidentemente sin escrúpulos y desalmada.
c). La gente fina (moral e intelectualmente) y poco sectaria, en ambos bandos, es francamente muy minoritaria. Lo que abunda es el chafarrinón tabernario: comienza hablándose del sexo de los ángeles y se termina hablando de ZP o de Zaplana…
… esa suplantación de la realidad por la basura endemoniada de la ideología me parece un cáncer devastador… en este caso, comenzamos hablando de desertización del Mediterráneo español y terminamos hablando de desertización moral… Víctimas del Terror ideológico,
Q.-
o.b.s says
A mi me duele ver el Mediterraneo así.
Ya no lo veo cada día,
precisamente por como está.
Debería importarnos más otras cosas
que la derecha o la izquierda.
Es mucho más serio que eso.
Por más que lea y lea,
me queda lo mismo
tristeza
JP Quiñonero says
o.b.s.,
… conozco por lo menudo un montón de pueblos de las costas mediterráneas… hay algunos que han conseguido salvarse, a pesar de los desastres… son muy mayoritarios los pueblos destruidos, víctimas de una especulación que ha socavado los fundamentos de la prosperidad futura… si, al menos, los jubilados más o menos modestos que se instalan en nuestros pueblos menos ricos consiguieran interesarse o intentar integrarse en los pueblos convertidos en colonias desarraigadas…
Q.-
o.b.s says
si, si consiguieramos que se integraran… pero…
no quieren, modestos todos, hasta en el pensar ,
…colonias… algunos ni tan siquiera han llegado a pensarlo jamás…
yo no conozco ninguno.
Por suerte… yo no conozco «a muchos», ojala conociera » a menos», tristeza Sr JP
eso es lo que queda
rafa says
El desastre urbanístico español,costero e interior,nos remite a cosas más profundas:ausencia de sensibilidad hacia el entorno natural,hacia el patrimonio cultural heredado,la codicia sin medida como principio del comportamiento…en fin temas recurrentes en este blog sobre la condición moral-espiritual en nuestra querida Caína.
JP Quiñonero says
o.b.s., rafa…
… o.b.s… un poco de ánimo, hombre… y suprime ese Sr., anda…
… rafa… hombre, un montón de amistosas gratitudes. En efecto, decíamos ayer: España, saqueada por los españoles.
Q.-
o.b.s says
Sr JP si ánimo no me falta, pero la realidad es otra.
Nuestra costa esta muerta y nadie va a hacer nada
total que más le da a los que la han destruido
y eso no tiene remedio.
Además a parte de comentarios de la situación, alguien
va a hacer algo? No, nadie. Y buscar alternartivas en una
población jubilada que piense es «impensable».
Hablar, dar la noticia de un hecho ya consumado…
algo es algo, pero nadie en la costa mediterranea española
se preocupa de eso, ya estamos muertos
Quizas mejor hagamos pruebas nucleares, total
Quizas tanta teoria ecológica sea … Europa debería …
Como me duele ver lo que se comenta en Francia de nosotros
los españoles, con nuestras patrias, sin entendernos,
tan destruidas por nosotros mismos…
JP Quiñonero says
o.b.s.,
… hombre… mi mujer suele tomarme el pelo, riéndose mi pesimismo absoluto… Pero tu no te quedas muy atrás. Ayayayay…
Q.-
GarCelan says
Por tierras de España
El hombre de estos campos que incendia los pinares
y su despojo aguarda como botín de guerra,
antaño hubo raído los negros encinares,
talado los robustos robledos de la sierra.
Hoy ve a sus pobres hijos huyendo de sus lares;
la tempestad llevarse los limos de la tierra
por los sagrados ríos hacia los anchos mares;
y en páramos malditos trabaja, sufre y yerra.
Es hijo de una estirpe de rudos caminantes,
pastores que conducen sus hordas de merinos
a Extremadura fértil, rebaños trashumantes
que mancha el polvo y dora el sol de los caminos.
Pequeño, ágil, sufrido, los ojos de hombre astuto,
hundidos, recelosos, movibles; y trazadas
cual arco de ballesta, en el semblante enjuto
de pómulos salientes, las cejas muy pobladas.
Abunda el hombre malo del campo y de la aldea,
capaz de insanos vicios y crímenes bestiales,
que bajo el pardo sayo esconde un alma fea,
esclava de los siete pecados capitales.
Los ojos siempre turbios de envidia o de tristeza,
guarda su presa y llora la que el vecino alcanza;
ni para su infortunio ni goza su riqueza;
le hieren y acongojan fortuna y malandanza.
El numen de estos campos es sanguinario y fiero:
al declinar la tarde, sobre el remoto alcor,
veréis agigantarse la forma de un arquero,
la forma de un inmenso centauro flechador.
Veréis llanuras bélicas y páramos de asceta
(no fue por estos campos el bíblico jardín):
son tierras para el águila, un trozo de planeta
por donde cruza errante la sombra de Caín.
JP Quiñonero says
GarCelan,
¡Qué poeta tan grande era don Antoniooooo…!
Y esa estirpe de Caín, tan presente…
“.. pegan fuego a las tierras del vecino para guardar sus despojos como botín de guerra”.
La nobleza de esa Palabra, en pie, mirando y hablando de frente también habla de una hombría de bien de lo más alto, claro,
Q.-