El comportamiento de la(s) iglesia(s) me ayuda a paladear con amargura una obra que me parece capital, de un autor que sitúo entre los más nobles e imprescindibles, y que, paradójicamente, ni ocupa el puesto que es el suyo ni recuerdo que esa obra haya suscitado ningún interés particular, quizá no reeditada nunca.
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Sin entrar al polvoriento trapo electoral, no parece exagerado afirmar que la(s) iglesia(s) castellana(s) y catalana(s) se enfrentan en profanas cuestiones cívicas, no siempre alejadas de las tribulaciones del alma, cuya salvación también parece sujeta a cuidados a todas luces cainitas: Montserrat entra en liza y llama a la Iglesia a evitar la lucha política.
Ayer noche leía en España, empeño de una ficción (1984), obra maestra de Juan Gil-Albert:
… discordia de media España con la otra media; discordia de cada mitad consigo misma; discordia de todos con todos y de cada uno con cada cual…
Aún por fe hallándome lo bastante lejos de la iglesia católica, voy, sin embargo, a defender el derecho que tienen sus miembros, su jerarquía y la misma iglesia como humana organización a impartir doctrina y opinar públicamente sobre lo que les parezca. ¿Que se han metido en política con el último documento hecho público? También los que representan a los musulmanes han orientado de forma explícita el voto hacia PSOE (¿e IU?), a la par que descalifican al PP; los sindicatos lo hacen descaradamente cada vez que, esperanzados, entienden que sus amigos pueden entrar o, temerosos, salir del Gobierno; las organizaciones de gays y lesbianas hacen lo propio por los mismos y etcétera. ¿Cree alguien que si los obispos aplaudiesen públicamente las ocurrencias del Gobierno la reacción sería la misma? En España, tratándose de la/s izquierda/s, a la/s que conozco como la palma de mi mano , el carácter aconfesional de las instituciones y el mismo planteamiento laico sirven tanto para un roto como para un descosido y cuando ha/n tenido que echar mano del mismísimo Wojtyla, lo ha/n hecho sin remilgos. La iglesia forma parte de la sociedad civil y ayuda no poco en cuestiones muy delicadas y sensibles, que las conciencias progres apartan de su compromiso personal (porque los pobres y desamparados suelen estar sucios y son molestos) para endosárselo… al Estado. A mi entender, lo deplorable es pertenecer a una sociedad civil intoxicada por la politiquería sectaria, que se muestra incapaz de meter en cintura a los partidos políticos y que a lo que aspira en la mayoría de los casos es a tener su sitio en el pesebre… pero hay vida más allá de la Caína política. ¿En la Caína social? Qué horror, no quiero ni pensarlo.
Garcelan,
Pero, entonces, dadas las condiciones de la politiqueria sectaria, si la Iglesia o su jerarquia decide bajar al ruedo del politiqueo, tampoco es logico que se queje cuando ejercer su libertad de expresion les mete en medio de los sopapos que abundan en dicho ruedo, no?
A mi, personalmente, que la Iglesia pida el voto para el PP me parece genial. Ahora, si se pone a hablar de un tema cenagoso como el de ETA, que no espere que la cienaga no les manche.
Jordi, estoy muy de acuerdo con algunas de los planteamientos más relevantes de «De política, sotanas e impuestos» y en que la iglesia en cuestiones como las del nacionalismo excluyente y el terrorista no ha sido, a mi entender, un ejemplo de coherencia, así como en otras tantas cosas. Lo que por otra parte revela que dentro de ella también se cuecen habas. Lo que no me parece de recibo es el ruido de aceros que montan los que los envainan cuando la coyuntura, los comentarios y la injerencia les es propicia. ¡Pero habrá en España algo más parecido a la iglesia que un partido político, y si es de la/s izquierda/s no digamos! Por otra parte ¿no deberían también recibir sopapos los otros ejemplos de conducta análogas o iguales… y, sin embargo, el ruedo no se vuelve tan furioso? Podría ser que a la/s izquierda/s española/s… no le quedaran muchas más cosas que su anticlericalismo de opereta.
No sere yo quien defienda la suciedad del circo politico, pero esta no es ninguna novedad. La jerarquia eclesiastica sabe perfectamente donde se mete al aparecer en la arena. Y las declaraciones altisonantes no ayudan, puesto que esconden los mensajes valiosos que si puedan transmitir y dan excusa para ese envainamiento, justo o no. Tampoco voy a ser yo quien diga que dicha jerarquia no tiene intereses creados y que estas declaraciones tambien tienen cierto componente de avidez de poder y de favorecer a los que defienden posturas que les pueden beneficiar, no siempre con intereses inocentes. Es una organizacion y, como tal, por desgracia, no esta libre de la avidez de poder.
No sera que el ruedo no las considera iguales o analogas? No nos enganyemos, a la jerarquia eclesiastica se la demoniza de partida, y casi sin escuchar lo que tiene que decir, por acciones pasadas que, para desespero de los que creemos que las lecciones de la historia no consisten en el rencor, sino en entender que no se pueden repetir determinadas actitudes contrarias al buscar un lugar comun, les suponen un sambenito (nunca mejor dicho) del que no se van a poder librar y que deberian asumir. Desde luego, alinearse con segun que opiniones da la excusa de una supuesta coherencia a los que saltan a la yugular con tan pocas o ninguna razon de peso, solo con topicos y estereotipos que ya deberiamos tener dejados atras.