Retrato de grupo, by Weegee.
C., mi maestro, no solo se enfrentaba a cuerpo limpio con el Estado y sus incontables poderes; también resistía en soledad al poder de quienes nos empleaban y podían ponernos en la calle, como así hicieron, con un solo gesto.
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P., por el contrario, que tantas cosas me enseñó sobre las malas artes de escribir en los periódicos, creyó que podía medrar a la sombra de patrones más ilustres: y tuvo que ejecutarse escribiendo sobre ellos. Para su perdición: perdido el honor, se desprendieron de él, quitándole la palabra, tirado en la cuneta.
Quienes vinieron después, se sirven de la palabra para adular a quienes ellos creen que pueden serles útiles, abriéndoles las puertas que conducen a una gloria mensurable en monedas, sillones y pasteles con nata pública, cuyos restos caídos en los cubos de basura atraen a alimañas e insectos carnívoros, prestos a devorar a los caídos en ese camino hacia el Averno, empedrado de mentiras, favores y servicios tarifados.
PS. “Crítica marxista”, tendencia Groucho / Don Ramón.
Luis Rivera says
Q, creo que el honor no se pierde; simplemente no se tiene. No creo que sea un atributo que se disuelva, pero si se puede aparentar cuando no se tiene y disimular cuando se tiene. Al final, hay lo que hay y es lo que es.
Antonio says
Amigo Q,
creo que el link a la foto de Weegee no funciona.
En cuanto al oficio de rellenar páginas, lo poco que he visto me causa espanto y risa, como apuntaba Bretch de su Alemania seducida por la voluntad y la fuerza.
El oficio sigue en sus trece, y lo de los blogs me parece algo todavía en mantillas. El poder sigue ahí omnímodo.
JP Quiñonero says
Amigos Luis y Antonio,
… Luis,
hummm… hombre, se puede ser un hombre honrado y luego dejar de serlo…
… Antonio,
En verdad, NO hay link. Esa forma de introducción la utilizo cuando lo que sigue será un poco crudo, algo iluminado con cierta crudeza… «a la manera de Weegee..»
Por lo demás. Qué te voy a contar…
Q.-
Luis Rivera says
Q, es evidente. Pero me refiero al honor, que yendo de la mano de la honradez, tiene un calado más profundo, creo. El honor, y ahí he liado los términos, es la apariencia frente a los demás. Un hombre con honor es un hombre que quiere parecer ser honorable. Un hombre honrado es aquel que lo es. De ahñi mi idea de que el honor o está o no está, en la fuente de la apariencia. Si la honradez se pierde se puede parecer honorable, pero nunca, en ese caso se ha sido honrado.
Crepo que me he hecho un poco de lío espero que entiendas que el que siempre ha querido mostrar su honor, si no es un hombre honrado, no es. Y a partir de ahí, todo puede simularse o disimularse.
JP Quiñonero says
Luis,
Te comprendo perfectamente. Pero sigo en mis trece: se puede ser honrado, hasta hoy, cuando se comete un acto deshonroso… Dicho esto: es cierto que todos nos hacemos un lío, máxime cuando la honradez también se ha convertido en un producto de maquillaje público. Que se lo pregunten a…
Q.-