Hoy comienza el Acto II de la presidencia Sarkozy, con un “cambio de imagen” y la puesta en escena de un “nuevo estilo”, que los amigos personales del presidente de la República definen de este modo: “Se trata de cambiar la imagen “rosa pasión” del divorcio, el noviazgo y el matrimonio con Carla Bruni, por una imagen más serena, discreta, “señorial”, moderna pero más clásica, sin la exposición aparatosa del lujo que tanto gustaba a Cecilia Ciganer Albéniz, ex – Sarkozy”.
[ .. ]
Paris Match / Pascal Rostain. “El Elíseo de Carla Bruni”.
Dicho de otro modo: la guerra política comienza por la guerra de las imágenes. Y el cambio de gobierno, el “reajuste técnico” que debiera producirse mañana, pasado, esta misma semana, quizá, está precedido por una orquestación significativa del new look de la pareja presidencial.
La puesta en marcha del “nuevo estilo” apenas ha tenido un lapsus, una debilidad fatal. Durante una recepción oficial, los ojos de Sarkozy, hipnotizados por el esplendido pecho descubierto de una maniquí famosa, Bar Rafaeli, ya han sido comentados como un gesto de “tropismo masculino”, ante la presencia gloriosa de la fragancia femenina, a dos metros de su esposa, Carla Bruni, que ha confesado con humildad su deseo de “aprender con rapidez” el oficio de primera dama de Francia.
“UN AMA DE CASA CUALQUIERA..”
Zanjado tan minúsculo episodio, captado con ferocidad por las cámaras de la tv de Estado, la puesta en escena de la “nueva imagen” se está consumando en paralelo a la gestación a paso de carga del nuevo gobierno de Francia, que será el mismo con algunos cambios “técnicos”.
La primera gira diplomática de la pareja Sarkozy – Carla Bruni da una idea muy precisa de la puesta en escena en curso. Tras las imágenes del presidente y su esposa, muy “deportivos”, sin corbata (él), luciendo gozosamente sus encantos (ella), la iconografía oficial cambia de signos. Sarkozy, en trajes grises y oscuros, corbatas al tono sobrio. Carla Bruni en discretísimos trajes negros, blancos, azules, malva, de encantadora elegancia moderna. Y, en privado, una primera dama que vigila “como un ama de casa, cualquiera” el menú del día en el Elíseo, la carta de vinos de una cena diplomática, siempre elegante, trabajadora, consagrada a la causa de su esposo y de Francia.
CECILIA Y LA FEROCIDAD
Tras esa orquestación de las nuevas imágenes presidenciales, la guerra política sigue su curso, brutal.
En el Elíseo, en la guardia pretoriana presidencial han caído varias cabezas, culpables de pertenecer al antiguo equipo y “sensibilidad ostentosa” de Cecilia. Es el caso de David Martinon, ex portavoz presidencial, depuesto sin sangre pero con precisión quirúrgica. Las imágenes de Sarkozy en el yate de un amigo millonario, de vacaciones en una residencia de millonarios de la costa Este de los EE.UU., luciendo ropa de lujo, coches y relojes de marca… “todo eso pertenece al pasado, eran cosas de Cecilia”.
El new look de Sarkozy pasa por una cierta “severidad popular”. Carla Bruni fotografiada en la sede de una ONG en África del Sur, preocupada por los problemas sociales. Carla Bruni dando la mano a una estoica esposa de jefe de Estado africano, en el Chad. Carla Bruni sentada, callada y sonriente mientras su esposo recibe a sindicalistas, familias con problemas, siempre de negro, con traje y pantalones de seda, impecable, señora moderna de gran clase.
CAMBIO DE GOBIERNO
Hasta ayer, no había salida presidencial, para saludar a mineros, agricultores, pescadores, donde no saltase un chiste equívoco sobre el “gusto” del presidente por los “productos italianos”. El coqueteo quizá involuntario del presidente con la charleta populista parece haber tocado fondo. El nuevo Sarkozy habla con más serenidad, hace menos promesas, y, sobre todo, viste con la sobriedad presumida a un jefe de Estado.
Sarkozy II se anuncia menos joven húsar a paso de carga y más joven presidente responsable, consagrado a su familia y su patria, a las que tanto quiere y tanto le preocupan. Tras las formas, siempre está presente la guerra política permanente: “Tendré en cuenta los resultados de las elecciones municipales. ¿Cómo podría ser de otra manera? Pero las reformas deben seguir su curso”.
Dicho de otro modo: “OK. He encajado los malos sondeos. La partida sigue. Cambio de estilo. La batalla continúa”. Primera escena del Acto II de la presidencia Sarkozy: cambio de gobierno, rodeado de mujeres, centristas, socialistas independientes y conservadores de toda la vida.
- Sarkozy, Carla Bruni y la prensa basura.
- Carla Bruni, periodismo basura y guerra política.
- Carla arrastra a Sarkozy por los suelos.
- Análisis político de la boda Sarkozy – Carla Bruni.
- Sarkozy, Carla Bruni y la guerra política.
- Carla, Newton, Nabokov y otros refinamientos.
- Sarkozy, Carla y Madame Verdurin.
- Clausewitz, Sarkozy y Carla Bruni.
- Carla Bruni y Sarkozy modifican el arte de hacer política en Francia.
- Carla Bruni y el modelo político francés.
- Sexo y política. El modelo francés.
Jose Luis González says
Bueno, es que, perdóneseme la frivolidad, Bar Rafaeli es una mujer tal para atraer la mirada de cualquiera, así que yo, que no soy muy de la simpatía de Sarkozy, en ese desliz en esa audiencia sí que le disculpo, con una comprensión un tanto pícara.
JP Quiñonero says
Jose Luis,
Hombre… Antonio lo decía ayer muy fina y oportunamente: «.. [ .. ] Semana Santa [ .. ] Al ver a las niñas, y no tan niñas, en mantilla me acuerdo del título de un libro de Cansinos: “Los valores eróticos en las religiones: De Eros a Cristo” [ .. ]
En terreno laico / político, tuve la tentación de recoger una de las imágenes de los ojos de NS corriendo tras el pecho de Mrs. Rafaeli; pero me dije que, en verdad, eso no era el motivo central de mi crónica sobre la importancia de la puesta en escena de las imágenes familiares, utilizadas como instrumentos / herramientas de guerra política…
Q.-
Jose Luis González says
Nada, nada, yo todavía tengo en mente la campaña que BR hizo para El Corte Inglés…