Lo “nuevo”, «moderno», “contemporáneo”, “vanguardista”, no siempre tiene las cualidades de lo claro, limpio, honrado y justo, que se fundan y transmiten a través de la cultura.
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Homenaje a Eugenio d’Ors. Rue Racine, 8 junio 2008. Foto JPQ.
● Arte y Fotografía en este Infierno.
La vanguardia no es sino lo que el presente produce con vocación de «nuevo», es decir, de «no hecho hasta el momento». Y por lo tanto no es indiscutible, sino todo lo contrario. Cuando la vanguardia se convierte en clásico, que es lo que sobrevive, es cuando ha pasado la prueba del algodón, que poca cosa pasa hoy en día, tal y como lo veo. D’Ors no es hoy un vanguardista, es un clásico perfectamente presente, vivo y actual. ¿Lo ves? Vuelvo a sentenciar. Me hago viejo.
Luis,
Que no, que no… NO hay nada más viejo que esos horrores «vanguardistas», pasados de moda dos semanas después. NADA más moderno de un moderno que un poema escrito hace 3000 años, sirviendo de puente entre dos señores que viven a miles de kilómetros de distancia, pero se reconocen en esas palabras misteriosas que hablan de dioses idos y…
Q.-