Se trata de una biografía indispensable para quienes se interesen por los problemas de la cultura, el puesto de los comunistas en la guerra civil, el terrorismo político, la guerra publicitaria e ideológica sin cuartel.
[ .. ]
Constancia de la Mora fue nieta de don Antonio Maura, hermana de Marichu de la Mora y prima de Carlos y Jorge Semprún Maura, entre otra parentela de la más alta alcurnia.
Soledad Fox Maura ha escrito una biografía muy fina, Constancia de la Mora. Esplendor y sombra de una vida española del siglo XX (Biblioteca de Historia, Ed. Espuela de Plata), que comienza con una revelación importante: NO está nada claro que Constancia fuese la autora del libro que la hizo célebre, In Place of Splendor, Doble esplendor, reeditado como mucho aparato propagandístico. A juicio de Fox Maura, Constancia lo co escribió con una amiga comunista norteamericana, en el mejor de los casos; en el peor, Constancia firmó un libro escrito casi íntegramente por su amiga comunista, unidas por la causa común de la propaganda ideológica sin cuartel ni muchos escrúpulos.
Fox Maura ha reconstruido la vida, milagros, sombras y esplendor de una señora que ejerció la censura política en el Madrid de la guerra civil, donde se cruzó con toda la élite periodística internacional de la época (Hemingway, Dos Passos, Bolloten, etc.) y con otros grandes personajes, como Arturo Barea, que la consideraba una “comunista peligrosa”, retratada de este modo: “Tenía la actitud imperiosa de una matriarca, la mente simple de una niña de colegio de monjas y la arrogancia de una nieta de Antonio Maura”.
LE CARRÉ, SENDER, FOXÁ, BAREA
Bolloten la presentaba como “censora comunista”. Mientras que Hemingway terminó confesando: “Estoy de Constancia hasta… el culo”.
Pablo Neruda, Rafael Alberti y Manuel Vázquez Montalbán, sin embargo, la consideraban una heroína, consagrada a una causa universal.
La gran virtud del trabajo biográfico de Soledad Fox Maura es utilizar archivos inexplorados hasta ahora, recogiendo minuciosamente todas las opiniones sobre Constancia, desde la de su padre (horrorizado) hasta las de sus camaradas comunistas, refugiados en Moscú, que tampoco tenían totalmente claro que ella fuese la autora de In Place of Splendor. Al final de ese minucioso trabajo de reconstrucción, queda en pie una historia fabulosa, del más puro negro azabache. Constancia víctima de un absurdo accidente. El hombre de su vida huido en Europa del Este. Su hija, en otro mundo. Su familia (conservadora y falangista) siempre fiel a su memoria, tras haberla beneficiado en el exilio de las rentas de la tierra: detalle evocado en varias ocasiones por alguno de sus primos carnales.
La historia política de esa vida recuerda las inquietantes novelas de terror político, revisitadas por John Le Carré. La peripecia humana oscila entre el cura del Réquiem por un campesino español (Ramón Sender), la agonía de Madrid de Corte a checa (Agustín de Foxá) y la crónica del Madrid sitiado de La forja de un rebelde (Arturo Barea).
Constancia, en México, hacia 1940.
Angel Duarte says
Un par de brevísimas glosas a tu espléndido post. Para hacer siquiera algo más explícitas dos cuestiones subyacentes. La primera, la capacidad de los historiadores españoles para tragar con, cuando no asumir la tarea de elaborar, la lectura comunista de la experiencia republicana, de guerra civil y de franquismo. Aquí nadie tuvo el valor -desde la inteligencia crítica, no desde el rebuzno tipo Pío Moa- de enviar a tomar por culo a quien correspondía. En buena medida porque hubiese sido un ejercicio de autosodomización digno del más sofisticado contorsionista. La segunda consideración: Sevilla como plaza alternativa de la actividad editorial. Libre y culta … la espuela de plata sólo se entiende, hoy en día, en Sevilla. Aquí, con todas las limitaciones, el universo cultural en ocasiones se escapa de la gran empresa tanto como del servicio al poder político y a los nacionalismos mistificadores.
Un saludo
pd. GRATITUDES MIL. No nos hemos rehecho de vuestro cariño, inteligencia y bondad. No pensamos hacerlo.
JP Quiñonero says
Querido Àngel,
Bueno… ¡Cuánto hemos sufrido los simples lectores de los desastres que tú conoces y describes mucho mejor que yoooooooo…!!!
Q.-
PS. También nosotros fuimos muy felices. Aquí nos tenéis. De otro modo… ¡Viva Sevilla..! ¡Viva las / los sevillan(a)(o)s, nativos y de adopción..! ¡Viva los editores sevillanos..! ¡Viva Cartagena..!
Mercè says
Viva !
Joaquín II says
¡Esto no se hace!
¡Me voy a arruinar!
¡Piedad, que hace sólo dos día que termino la Feria del Libro!
Mercè says
Joaquín,
la feria del libro es interminable… gracias sean dadas…
Tawa says
Desde Colima, México un saludo. Yo conocí a la hija de Constancia en esta ciudad vivía. Los libros así son, colectivos, aunque sean de biografia personal. No me parece historicamente relevante decir que una amiga la ayudó o escribió. Nadie pudo saber tan a detalle la vida de Constancia de la Mora más que ella misma contada, narrada o dictada a otras. A nadie se le deben quitar meritos, pero hay hechos más importantes. Creo que el libro la ROJA Y LA FALAGISTA es un aporte importantitismo a tomar en cuenta. La Sr.a Inmaculada debe tener su reconocimiento, tambien. En México, no se distribuy ninguno de los dos libros
JP Quiñonero says
Tawa,
… los derechos de autor de un libros los cobra la autora o presumidamente tal.
No conozco el libro de Inmaculada, pero tengo un prejuicio favorable.
Vaya mi voto por una mejor distribución de ese y otros libros.
Saludos parisinos,
Q.-
pilar araujo armero says
El libro de Soledad Fox me ha parecido absolutamente mediocre y decepcionante.
Repite continua e innecesariamente, párrafos de las biografías de Constancia de la Mora y de Ignacio Hidalgo de Cisneros; se repite constantemente, está lleno de faltas gramaticales y de contradicciones…
No vale la pena.
Teresa Salinas- Kühnl says
Totalmente de acuerdo. No entiendo como un trabajo tan mediocre y tan falto de investigación se halla podido usar para un doctorado.
German says
14 años despues del fallecimiento de mi abuela Maria de la Mora y Maura, encuentro esta pagina web. Tengo que aclarar que estaba muy especialmente unido a ella y por lo tanto hablo con gran conocimiento de causa. Y solo quiero acalarar que el libro «La Roja y La Falangista» no solo está plagado de errores, sino que su autora despreció la verdad, que bien conocía, en aras de dar morbo y sensacionalismo, sacrificando la realidad y vida de dos increibles personajes como fueron mi abuela y su hermana.
José María says
No me extraña nada lo que dices.
El sensacionalismo es muy apetecible.
JP Quiñonero says
German,
Te comprendo…
Q.-