Hace veinte años, Helmut Schmidt, uno de los más grandes actores de aquello que en otro tiempo se llamaba pomposamente “la construcción política de Europa”, anunció la defunción oficial del “eje franco – alemán”.
[ .. ]
En el Elíseo, cuando algún periodista africano o caribeño utiliza esas tres palabras -raramente- recibe una severa lección de castigo.
Hace años que ningún periódico francés o alemán utiliza esa terminología, que no forma parte del léxico de la Comisión ni de ningún analista autorizado.
En Carpetovetonia, sin embargo, se suele utilizar tal cadáver con el fin interesado de maquillar los ataúdes diplomáticos propios, usando perfumes y afeites “parisinos”, cuya fecha de uso autorizado caducó hace años.
Deja una respuesta