Jean-Pierre Chevènement, ex ministro francés de la defensa (socialista), ha dicho en voz alta lo que todo el mundo piensa en voz baja: “El Tratado de Lisboa está hoy jurídicamente muerto”.
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En su magna tradición bizantina, el consejo / cumbre europea cierra sus trabajos en su mejor tradición marxista (tendencia Groucho): “La cumbre ha sido un gran éxito. Estamos totalmente de acuerdo en qué debemos ponernos de acuerdo. Nos hemos tomado apenas nueve, diez o doce meses de espera…”
La inexistencia jurídica del Tratado de Lisboa permite a la UE continuar funcionando según las reglas (mucho más favorables para España) del Tratado de Niza. Pero ninguno de esos tratados da ninguna respuesta a las únicas preguntas que se hacen los pueblos europeos: ¿Cómo mejorar el crecimiento económico de Europa, tras veinte o treinta años de crecimiento más bajo que los EE.UU.? ¿Cómo asegurar el crecimiento demográfico de Europa, imprescindible para poder incrementar la riqueza y evitar la crisis de los sistemas de pensiones y jubilaciones? ¿Cómo evitar las tensiones sociales en los guetos urbanos donde pasa mal o muy mal la cohabitación entre inmigrantes pobres y autóctonos igualmente pobres? ¿Cómo combatir la dependencia energética que tan cara cuesta a los consumidores más modestos, atacados en el bolsillo por las subidas de las tarifas eléctricas..?
Angela Merkel tiene respuestas alemanas a la necesidad de crecimiento: pero el gobierno español tiene respuestas de otro tipo, para una crisis más honda. Nicolas Sarkozy tiene una respuesta francesa a la dependencia energética: pero el gobierno español adopta una política energética diametralmente opuesta. Etc…
La crisis institucional de la UE se prolonga, con altos y bajos, desde la reunificación alemana. Podrían abordarse otras políticas (energéticas, económicas, monetarias, industriales, militares, etc.). Pero los Estados están divididos en esos terrenos de la acción política inmediata. El resto es ruido que nada significa.
Juan says
La verdad J.P. es que asombra y desconcierta cómo estos políticos de hoy en día lo único que quieren es que se les aplauda y hacer lo que les dé la gana, osea sus intereses, ¿para que hacen consultas al pueblo? si sale NO, ellos dicen que seguirán y punto…si sale SI te dicen «un ejercicio de democracia…».
Me parece que lo de democracia es solo si sale lo que ellos quieren…así hasta las dictaduras son democráticas…
¿Como pueden estar tan alejados del sentimiento del pueblo?
Saludos.
JP Quiñonero says
Juan,
Bizancio duró no recuerdo cuantos siglos.
La UE durará lo que tenga que durar.
Su parálisis institucional solo es un síntoma de bloqueo administrativo.
Los problemas de fondo (demografía, dependencia energética, bajo crecimiento económico…) llevan aplazados años y años.
Pero… ¡es tan agradable la decadencia cuando se vive bien…!
Q.-
Jesús Cardona says
Juan Pedro, más que el no irlandés, sería interesante saber qué se hace con los sí. Estoy con Juan, las presiones sobre Irlanda son inaceptables. Qué descrédito, si es que no estábamos en cuenta descubierta ya. El desierto avanza, y no es el del cambio climático, creo yo.
JP Quiñonero says
Jesús,
Literalmente nada.
NO todos los síes tienen el mismo alcance. Y en Europa del Este crecen las dudas. Jurídicamente, el Tratado no es aplicable mientras no esté aprobado por todo el mundo.
¿Hacer votar de nuevo a los irlandeses..? ¿Porqué…? Si se hiciese votar a los franceses, volverían a votar NO.
Todo eso es una tempestad en un vaso de agua sucia.
La UE puede funcionar con el Tratado de Niza (con el que España tiene más peso). O pueden hacerse otros apaños…
El problema de fondo es qué hacer juntos o separados cono sin Tratados.
ESE es el problema… ¿defensa? ¿industria? ¿energía? ¿economía? ¡Nadie impide negociar políticas entre los países que quieran negociarlas.Pero en ningún problema capital hay políticas comunes, tampoco: ESE es el problema…
Q.-
PS. En Spain, el problema está enrarecido por la Invisibilidad del problema (oculto por las riadas de basura ideológica) y la inexistencia de proyectos europeos propios.