En ocasiones, Nicolas Sarkozy se pierde utilizando un lenguaje chulesco y dejándose llevar por algunas bravuconerías.
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A GRITOS CONTRA SUS GENERALES
El uso frecuente del tuteo indiscriminado, acompañado de un lenguaje vulgar, crea a Nicolas Sarkozy problemas de fondo con el Ejército y el servicio público audiovisual, tras la dimisión del jefe de estado mayor del ejército de tierra y la difusión de un vídeo grabado diez minutos antes de una entrevista con el jefe del Estado.
El domingo por la tarde, una unidad de élite, el Tercer regimiento de Paracaidistas de la Armada, realizaba una demostración de combate, en Carcassonne, en el marco de unas tradicionales jornadas de “fraternidad” entre el Ejército y la ciudadanía. La demostración atrajo mucho público. Cuando varios niños cayeron al suelo, bañados en sangre, la primera reacción fue de estupor: “¡Qué realismo tan inquietante..!”
Segundos más tarde, una quincena de personas, varios niños, varios soldados y una mayoría de civiles, caían por el suelo, entre alaridos. La voz de un oficial sonó trémula: “¡Cesad los disparos…!”.
En verdad, un suboficial había disparado con balas reales, provocando un atroz baño de sangre. El personaje fue detenido. Y las imágenes del “incidente” causaron una hondísima consternación nacional. El presidente Sarkozy viajó a Carcassonne el lunes, para estar a la cabecera de los heridos. Horas antes se había reunido con la plana mayor de los ejércitos, rompiendo a gritos contra sus generales, a boca jarro: “¡Se trata de un incidente intolerable! ¡Alguien ha estado muy falto de profesionalidad! ¡Hay que tomar medidas expeditivas, ya!”.
“¿CUÁNTO TIEMPO ESTUVISTE HACIENDO PASILLOS..?”
Horas más tarde, el jefe de estado mayor del ejército de tierra, general Bruno Cuche, presentaba su dimisión. Aceptada por el presidente inmediatamente. Entre oficiales y generales, el lenguaje “viril” de Sarkozy fue recibido como “un choque brutal”.
Cuando se preparaba la dimisión del general Cuche, Sarkozy se dirigía a los estudios de France 3 (cadena pública) donde debía ser entrevistado por ocho periodistas de la redacción central y las redacciones regionales. Instalado en el estudio con diez minutos de adelanto, Sarkozy bromeó tuteando a varios periodistas conocidos por sus simpatías de izquierda socialista y comunista.
Un técnico colocó un micrófono tras la corbata del presidente, que le lanzó un sonoro: “¡Muy buenas noches..!”. Indiferente y altivo, el técnico no contestó al jefe del Estado, que rezongó, con ironía: “Es la segunda vez que un presidente de Francia viene a un estudio de la tv pública y los técnicos ni siquiera responden a un saludo. Es una vergüenza. Esto se va a acabar”.
Tras el incidente, en el estudio de France 3 se impuso un silencio glacial, seis minutos antes de la gran entrevista presidencial. Para “ambueblar” el silencio, Sarkozy lanzó sonriendo esta pregunta irónica a un periodista de simpatías de izquierdas: “Qué, ¿cuanto tiempo de tuvieron haciendo pasillos? Yo protesté cuando te marginaron y te querían echar…”. Durante otros larguísimos cinco minutos, periodistas y presidente intercambiaron sonrisas avinagradas y un silencio sepulcral. El vídeo de ese incidente, grabado sin advertir, y distribuido a través de Internet, se convirtió ayer en un acontecimiento visto por cerca de medio millón de internautas.
RELACIONES PELIGROSAS
El lengua crudo y brutal de Sarkozy, ante los generales de sus ejércitos, atiza una “crisis psicológica” entre un presidente “enérgico” y “viril” y una militares poco habituados a un lenguaje tan directo y expeditivo.
El choque verbal entre el jefe del Estado, un técnico y un periodista del servicio público, seguido con el morbo de un culebrón audiovisual, plantea con crudeza los límites, fronteras y riesgos de “relaciones peligrosas” entre los periodistas, técnicos y funcionarios del servicio público y el poder político supremo.
Plantu – Le Monde, 1/2 junio 08.
Juan says
Pues llamesele como se quiera J.P., pero evidentemente así se empieza y se termina como en España, que la mala educación está generalizada y a la orden del día.
Entiendo perfectamente, al menos en este caso, al Sr. Sarkozy…en España, ni buenos días te responden cuando los das…o simplemente te ignoran o hacen una mueca con un ligero gruñido gutural…
JP Quiñonero says
Juan,
Algo hay de todo eso, en efecto.
En francés, el tuteo de Sarkozy a diestro y siniestro suena a barriobajero chic, chulería de gente nuevorica que va de moderna. A los militares les ha puesto los pelos de punta.
Con los periodistas, la cosa es doblemente significativa:
a). Los periodistas hablan con mucha libertad, en los medios públicos y privados. ¡Sería impensable que a nadie se le ocurriese «represaliar» a ningún periodista por un comentario político..! ¡Sería la ruina política de quien actuase de ese modo! (El caso de Paris Match publicando la foto de la señora Sarkozy con su amante, hace dos veranos, es un caso de Muy Otra Naturaleza… y se “resolvió” de manera mucho más oscura).
b). Las «represalias» vendrían, por el contrario, para el periodista que no pregunte lo que debe preguntar: perdería el crédito automáticamente.
El Fallo de Sarkozy ha sido decir, apretando los dientes: «Esto va a cambiar…» La militancia o el servilismo político son impensables en París. Pueden percibirse simpatías o sensibilidades: pero la información y la crítica son sagradas. Con todos los matices que se quiera, que no son demasiados,
Q.-
C says
Este tio es un impresentable que representa a un pais europeo. Ya tenemos bastante con lo que está cayendo como para que venga un individuo así a crear un mal ambiente. De verdad que es lo peor que se ve desde hace decadas.
maty says
A cuenta de periodistas «profesionales» y otra gente de mal vivir…
Nihil Obstat Els McCann i la impunitat policial i mediàtica, por Arcadi Espada
Gatopardo says
Sólo he visto ese tipo de reacciones desorbitadas que tiene Sarkozy de amor propio en hombres a los que les falta algunos centímetros en alguna parte, y en mujeres con mala educación y desordenes caracteriales.
Respecto a los responsables militares del ametrallamiento de civiles, lo propio habría sido un consejo de guerra sumarísimo y ceremonia pública de despojamiento de condecoraciones y distintivos en la explanada de l’École Militaire antes de expulsarlos del Ejercito; pero eso sí, con una glacial cortesía y, como mucho, un ligero arqueo de ceja.
JP Quiñonero says
Gatopardo,
Antes de nada: Disculpas Mil por el lapsus mein / meine, etc.
Sobre Sarkozy… bueno, la cosa política es de una vulgaridad absoluta. El fenómeno cultural de fondo es la aparición de un jefe de Estado (francés) que se toma unas libertades verbales sin precedentes, indisociables de su íntima personalidad cívica y política.
Sus devaneos amorosos han modificado el estatuto presidencial, incluso el arte de hacer política en Francia. [Clausewitz, Sarkozy y Carla Bruni y Carla Bruni y Sarkozy modifican el arte de hacer política en Francia, etc.]
El tuteo indiscriminado, los vulgarismos más coloquiales y tabernarios, usados en público de la manera más habitual, y con una frecuencia creciente, son algo más que un estilo personal: quizá sean un “indicador cultural” de cierto calado, creo,
Q.-
Gatopardo says
Ah, mon chou, il y a cinquante ans personne n’aurai cru que j’étais un mec! Maintenant, personne ne crois que je suis une femme.
JP Quiñonero says
Nobody’s perfect, molt estimat Gatopardo.
Passy says
Con permiso.
Saludos
Eduardo Laporte says
El vídeo, hay otro más largo, pero este resume todo:
http://www.youtube.com/watch?v=VviIcKP4e44&feature=related