El recurso al Ejército para combatir las amenazas de inmigrantes ilegales y negros insurrectos tiene un antecedente progresista en España.
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Valle Inclán recuerda un bando / decreto del general Prim, Capitán general de Puerto Rico, del que solo citaré dos artículos:
[ .. ] Segundo. Todo individuo de raza africana, libre o esclavo, que hiciere armas contra los blancos, justificada que fuere su agresión, si es esclavo, tendrá pena de la vida, y si libre se le cortará la mano derecha por el verdugo, pero si resultare herida, será fusilado.
[ .. ] Sexto. A los comandantes militares de los ocho departamentos de la isla corresponderá formar las primeras diligencias, para averiguar los delitos que cometan los individuos de raza africana, contra la seguridad o contra las personas y las cosas, procurando que el procedimiento sea tan sumario y breve, que jamás exceda al improrrogable de veinticuatro horas [ .. ]
Ramón del Valle Inclán, Fin de un revolucionario (1928). [Cito por la edición de José Manuel García de la Torre, cerrando el III volumen de El Ruedo Ibérico, Baza de espadas, Madrid, 2002].
Por aquellos años, España era tierra de inmigrantes. Recuerdo a Prévert:
Boulevard des Italiens j’ai rencontré un Espagnol
Devant chez Dupont tout est bon après la fermeture
Il fouillait les ordures pour trouver un croûton
Encore un sale youpin qui vient manger notre pain
Dit un monsieur très bien.
Angel Duarte says
Querido Q.-
Ay, la historia del progresismo en España. Tan llena de negruras.
Si no fuera porque se le fue la mano te recomendaría sin matices el libro de Jorge Vilches, Progreso y Libertad, en Alianza. El problema es que, como hoy mismo yo, a menudo la labor de los historiadores está presidida por su estado de ánimo. O por sus prejuicios, o por su perspectiva absolutamente predeterminada. Y como nos negamos a reconocer que, a lo sumo, somos poetas malos… pues así nos va.
Un abrazo desde algo muy cercano a la miseria
À.-
pd. personal: ni mi padre ni mi hijo ven en el cartelito de marras otra cosa que una broma algo pasada de rosca. Debo ser el raro, pero sigo hundido.
JP Quiñonero says
Querido Àngel,
En Barna, el cartelito ha despertado una emoción sencillamente nula. Por el contrario, tras escuchar a unas cotorras, en el carrer de Casp me dejé caer por Laie / Pau Claris donde encontré La paz simulada de la Guerra fría (séptima edición) que tantas cosas me enseñará, Dios mediante, claro.
Q.-