La crisis financiera mundial también afecta a la OTAN, cuando la nueva guerra del opio anuncia una metamorfosis imprevisible de la Alianza.
A juicio de los mejores especialistas, los EE.UU. no pueden salvar en solitario su propio sistema financiero, cuando su endeudamiento precipita nuevas hipotecas: las guerras de Irak y Afganistán tienen un costo muy doloroso, agravado por el imprevisible costo final de la crisis financiera.
Los grandes acreedores de los EE.UU. continuarán financiando su deuda, pero terminarán haciendo valer sus reservas hacia las dos guerras irregulares que Washington no puede pagar en solitario, cuando el Japón y los aliados europeos de la OTAN no tienen la voluntad, los recursos financieros ni militares imprescindibles para pesar definitivamente, en Afganistán.
Con la excepción de Francia y el Reino Unido, la inmensa mayoría de los miembros de la Alianza están muy lejos de consagrar a seguridad y defensa el 2 % del PIB deseado por los gestores de la OTAN.
Imposible gastar e investir más, en seguridad y defensa, para incrementar la presión militar, en Afganistán, la OTAN se refugia en un nuevo axioma teórico: “Gastar menos, pero mejor”. La traducción diplomática y militar de tal proclamación de fe es la siguiente: los aliados europeos tienen inmensos problemas para incrementar sus presupuestos de defensa; a partir de tal constatación, el mando de la ISAF (International Security and Assistance Force) recibe el mandato oficial de reorientar su estrategia, lanzando una ofensiva de nuevo cuño contra la droga, con el fin de atacar el nervio de la guerra de los talibanes, la producción y distribución mundial de heroína.
Se trata de una metamorfosis mayor para la OTAN, que ha ido oscilando desde de la antigua batalla de blindados y misiles contra el Pacto de Varsovia a una nueva guerra irregular contra el opio y el comercio mundial de heroína.
Jordi says
Ah, pero no se trataba de llevar la libertad y la democracia a los paises en cuestion?
JP Quiñonero says
Jordi,
… la «exportación» de la democracia, a través de la intervención de cuerpos de ejército fue el concepto utilizado para justificar la guerra de Irak [«Los generales americanos deberían contemplar los desastres de la guerra de Goya, para saber lo que les espera..»]… la Otan no ha intervenido en ese escenario… lo de Afganistán es hoy otra cosa… igual de trágica, pero distinta,
Q.-
Angel Duarte says
El éxito del concepto ‘estado fallido’ ha ido de la mano de la reconsideración en positivo -tras décadas de descrédito- de conceptos como ‘tutela’ o ‘soberanía compartida’… Derechos humanos básicos, ayuda humanitaria en contextos de crisis medioambientales, seguridad de las personas… probablemente no puedan asegurarse mediante intervenciones exteriores, pero desde luego como no se han solucionado es dejando de la mano de los sátrapas locales a comunidades enteras.
Hoy me he levantado intervencionista. Buenos días.
JP Quiñonero says
Àngel,
Qué brío matinal… qué decirte que tu no sepas Muuucho mejor que yooooo…
Q.-
Jordi says
Entonces… cual es la solucion?
Robert says
El problema fue que en Afganistan el gobierno talibanesco no estaba dispuesto/capaz a detener los terroristas en su proprio territorio. Los extrañeros deben hacer lo que no pueden hacer los locales.
El Pakistan ha recibido tambien el castigo de Al Q. Y ahora hay un conflicto terrorista-ejercita en el Waziristan. Si los locales harían lo que deberían…