Rue Toustain, 27 octubre 2008. Foto JPQ.
Cuando llegan los primeros fríos, ¿qué cosa más natural en las calles más selectas que tropezarse con hombres caídos, buscando el calor que sale con su aire viciado por los agujeros que comunican con las fétidas tinieblas del infierno subterráneo..?