Cuando leo que 112 de 350 diputados confiesan “actividades artísticas o literarias”, para completar sus ingresos mensuales, me echo la mano al bolsillo, aterrado.
[ .. ]
Siendo lo que son las debilidades y pasiones humanas, sospecho que el sueldo de diputado pudiera quedarse corto para muchos señores o señoras con familia, ambición, amante/s y otras necesidades básicas.
Sin dudar de la respetabilidad de unos y otros, la mera relación de las profesiones confesadas por los políticos profesionales al servicio del Estado me sugiere un largo catálogo de posibles tentaciones inconfesables:
- 112 conferenciantes o con actividad artística o literaria.
- 90 colaboran con medios de comunicación.
- 45 no tienen ninguna otra actividad.
- 41 patronos o miembros de fundaciones o asociaciones de utilidad pública sin ánimo de lucro.
- 40 ejercen alguna profesión privada.
- 35 abogados ejercientes.
- 30 concejales o similares.
- 22 tienen cargo orgánico en su partido.
- 17 administran sus empresas, sin relación con el sector público.
- 13 son miembros el Gobierno.
- 12 docentes en universidades públicas.
- 6 docentes en universidades privadas.
- 4 están en consejos de cajas de ahorros.
- 4 cobran pensiones de viudedad y gran invalidez.
- 1 economista.
- 1 arquitecto técnico.
- 1 veterinario.
- 1 médico.
- 1 farmacéutico.
Al margen de las marrullerías propias del gremio, ¿cuántos de ellos han sido capaces de ganar dinero, o mucho dinero, con actividades productoras de riqueza material..? [El País, 27 octubre 08. El Congreso pide a 67 diputados que aclaren sus ingresos privados].
Deja una respuesta